martes, 30 de junio de 2009

1 DE JULIO DE 1974: MUERE EL GENERAL JUAN DOMINGO PERÓN



REQUIEM PARA JUAN DOMINGO PERÓN
por José María Castiñeira de Dios


La noche tiene el peso de una lágrima inmensa
y el color de una pena que jamás conocimos.
Hemos quedado en medio de esta muerte
como niños perdidos Dios sabe en qué caminos.

La pena nos hermana; y al mirarnos los ojos
vemos en otros ojos un dolor compartido.
Bajo el aire cruzado de la noche y la lluvia,
se acongoja en los rostros una angustia sin gritos.

Es como si de pronto, bajo el arco del cielo,
la Patria se nos fuera muriendo entre los cirios.
Todo el dolor del mundo se arrodilla en nosotros
en esta noche oscura del destino argentino.

Hierático en la muerte, como no lo fue en vida,
contemple, General, un dolor sin consuelo.
Esta ha de ser la gloria que Dios brinda a los justos,
merecer en la tierra las lágrimas del Pueblo.

¿Acaso no supimos que su muerte
sería como un tajo implacable,partiendo en dos el tiempo?
¿O, tal vez, no quisimos pensar en este instante
para cerrar los ojos al designio del Cielo?

¿O, quizás, no creímos que Dios lo llevaría
así desencarnado, como nos fue devuelto?
En la noche enlutada tan sólo nos responden,
con su idioma cifrado, los llantos y el silencio.

Aquí están, nuevamente, las antorchas de octubre
quemándose en el llanto de los descamisados.
Y los héroes del Pueblo, mártires de su causa,
vigías imperiosos de su claro mandato.

Y están quienes negaron su divisa y su empresa;
y están quienes cercaron su exilio solitario.
Reunidos por la muerte, juntos
y en una misma soledad hermanados.

¿Cuántos seremos dignos de su vida y su muerte?
¿Cuántos seremos fieles a este sueño truncado?
La Patria está expectante, como recién nacida,
y el destino la mira con sus ojos llagados.

Más allá de su muerte, la Patria es una espera
desbordante de enigmas y de augurios preñada.
Más allá de su vida, la Patria es un mandato,
una lucha creciente, una clara esperanza.

¿Qué haremos sin su guía con esta Patria huérfana?
¿Qué haremos sin su rumbo con la Patria acosada?

Si la muerte del padre fortalece a los hijos,
no habrá maldad del mundo que pueda avasallarla.
Estará para siempre coronada de gloria,
más libre en su grandeza, más justa y soberana.

¡Qué Dios nos lo demande si cedemos un paso;
la Patria es la fatiga de una eterna batalla!
Duerma, mi General, en las manos del Cielo
y en este amor unánime del Pueblo que lo llora.

Descanse para siempre, después de tanta lucha,
de exilios, de amarguras y pruebas dolorosas.
Ha llegado la hora de estar solo y alzarse
como un mástil de fuego sobre el haz de la tierra.

Ha llegado el momento de ser, multiplicado,
la causa y el destino de una lucha gloriosa.
Porque fuimos sus fieles, seremos sus custodios,
unidos por la fuerza vital de su memoria.

Porque somos su pueblo, seremos su milicia,
hasta que rompa el alba de la nueva victoria.


JOSÉ MARÍA CASTIÑEIRA DE DIOS

DÍAS DE REFLEXIÓN Y MEMORIA

La restauración conservadora
No fue un rayo en un día de sol
Por Mario Rapoport -
Si bien es cierto que la historia no se repite, hay momentos en que es bueno recordar hechos del pasado que tienen cierto parecido con coyunturas actuales. No por las formas que asumió ni por su desenlace, más bien por hacer un poco de memoria sobre procesos y mecanismos que nos son útiles para entender mejor algunas cuestiones del presente.
En este sentido, un período de nuestra historia que despierta de nuevo el interés de muchos es la época de la restauración conservadora, la década de 1930, pero sobre todo el proceso previo que dio lugar al derrocamiento del presidente Hipólito Yrigoyen, más allá de sus aspectos militares que derivaron en un golpe de Estado. Aquí, la ya célebre frase de Federico Pinedo (“la revolución no llegó como un rayo en pleno día de sol”) cobra todo su sentido. Porque la acción militar, con ser decisiva, no fue el elemento fundamental que provocó la caída del gobierno.
Tampoco es posible atribuir la sola culpa, como muchos lo han hecho, a los errores o a la ineficacia del mismo, a la ya menguada capacidad del presidente, o a los apetitos de poder del círculo cada vez más restringido que lo rodeaba. La crisis económica mundial tuvo una importancia relativa porque sus principales consecuencias no se hicieron sentir de inmediato, aunque constituyó también un argumento esgrimido por los que se oponían al gobierno.
Así, por ejemplo, el editorial del diario La Nación del 1° de septiembre de 1930, poco tiempo antes del golpe del día 6 decía: “(...) Las naciones mejor organizadas sufren actualmente una crisis profunda en su economía. En Gran Bretaña, en Alemania, en los Estados Unidos, la desorganización asume proporciones riesgosas, de una crisis difícilmente soluble, que es la consecuencia de complejos factores de desajuste mundial.
Esos factores repercuten hondamente en la economía argentina, y si a su descuido, a la incomprensión de su trascendencia, a la inactividad para remediar sus graves proyecciones, se mezclan el desquicio político y la ausencia total de administración, de iniciativa, de propulsión en el trabajo y en el desarrollo de la riqueza, no tardaremos en padecer los resultados que conocen los países que se dislocan en la disolución.
Es lo que inquieta al pueblo, que se interesa por algo tan esencial como es la vida del país. La situación acaba por comprometer el nombre argentino en el exterior. Basta ver el juicio de la prensa en el extranjero. Los diarios más autorizados comentan con sorpresa el momento dramático en que ha caído la Nación por el desgobierno y disciernen con acierto sobre sus motivos reales.”
En realidad, el condimento principal, la causa determinante de la caída de Yrigoyen, radicó en la poderosa coalición de intereses económicos y políticos, que ya desde la asunción de su primer mandato, en 1916, y sobre todo desde el momento en que asume por segunda vez, en 1928, volcaron todos sus esfuerzos para desestabilizar al gobierno y crear el clima que facilitara su derrocamiento. Una de las razones era evidente y la diplomacia inglesa la caracterizó muy bien en un informe diplomático de los años ’40: “La experiencia de los gobiernos de Yrigoyen –decía el informe– había convencido a las ‘clases privilegiadas’ de la necesidad de unirse a fin de evitar el peligro comunista que esos gobiernos habían dejado desarrollar, ‘unión’ que pudo concretarse en el golpe militar de 1930”. (Foreign Office A3230/173/2 del 30/3/1942).
Que dicha amenaza existiese o no, realmente poco importa. Lo que interesa es lo que aquellos sectores percibían. Además, las características populares del yrigoyenismo y su mística caudillesca, basada no sólo en la personalidad de su líder sino en la alternativa que ofreció en su momento el nuevo partido político –expresión de nuevas capas sociales– respecto de las fuerzas conservadoras tradicionales, y que la Ley Sáenz Peña hizo posible, no fueron nunca plenamente aceptadas por aquellos a quienes desplazó y menos aún cuando las posibilidades de volver al poder por la vía electoral se fueron haciendo cada vez más remotas.
En realidad, Yrigoyen no afectó en lo esencial las bases del poder de esas fuerzas y en sus gabinetes ministeriales figuraron personajes ligados por diversos vínculos, incluso familiares, a las viejas “élites”. Alvear mismo, el sucesor del “caudillo” en 1922, es un ejemplo de ello. Pero mientras, se pensaba que algunas medidas del gobierno que satisfacían a las élites económicas dominantes –como el Tratado D’Abernon, antecesor por sus características del Pacto Roca-Runciman y firmado en 1929 por Yrigoyen– podían, y se verificó poco después, ser implementadas directamente por una administración conservadora; esos sectores manifestaban, en cambio, una gran preocupación por otras acciones o iniciativas de corte nacionalista, cuya expresión principal fueron las disputas con la Standard Oil y el proyecto de ley de nacionalización del petróleo.
Hoy resulta más claro que la escisión del antipersonalismo y la acción del mismo gobierno alvearista fueron los primeros intentos para quitarle al yrigoyenismo aquellos atributos que se consideraban peligrosos. El desprendimiento del socialismo independiente en el seno del “viejo y glorioso”, como sus dirigentes acostumbraban llamar al partido socialista, contribuyó, por el aporte de sus principales personalidades, de Tomaso y Pinedo, y sus efímeros éxitos electorales, a solidificar la alianza antiyrigoyenista que luego iría a plasmarse plenamente en la “Concordancia”, unión de fuerzas políticas que gobernó el país con Justo, Ortiz y Castillo.
El rol que la prensa, y en especial el popular diario Crítica –“incubadora de los socialistas independientes”, como lo satirizó en su momento Ramón Columba–, fue quizás más significativo de lo que se cree en el proceso de hostigamiento al gobierno y agrupamiento de las fuerzas opositoras: conservadores, radicales antipersonalistas y socialistas independientes. Lo interesante es que a ese juego se prestó también parte de la izquierda e, incluso, sectores internos del mismo yrigoyenismo, sin mencionar al futuro jefe del partido y ex presidente Marcelo T. de Alvear , que en un primer momento, y antes de pasar a la oposición, manifestó su acuerdo con el movimiento militar.
Es cierto que los civiles solos no hubieran podido derrocar a Yrigoyen y el recurso a los militares era un paso obligado. Es cierto también que diversos sectores militares conspiraban por sí mismos. Pero lo principal es que los dos sectores que dentro del ejército participaron en la revolución, el de Uriburu y el de Justo, agrupaban tras de ellos a fuerzas civiles y no hubieran podido triunfar sin ellas.
El golpe de Estado de 1930 no necesitó por ello un gran despliegue militar porque no fue el resultado de una acción fulminante y puntual, sino la culminación de un largo proceso de hostigamiento y “cercamiento” del gobierno de entonces. En él confluyeron, directa o indirectamente, sectores militares y civiles de distinto signo que por diversas razones estaban de acuerdo con la caída de Yrigoyen. Federico Pinedo tuvo aquella vez razón. El cielo amenazaba tormentas desde mucho antes.

miércoles, 24 de junio de 2009



POR EVITA,

POR PERÓN,

POR NUESTRO PUEBLO,

POR NUESTRA PATRIA,

POR LA BANDERA ARGENTINA,

POR NUESTROS HIJOS,

EL 28 DE JUNIO TODOS VOTAMOS LA LISTA 506

PORQUE LOS DÍAS MÁS FELICES SIEMPRE FUERON PERONISTAS Y PORQUE EL FUTURO ES NUESTRO: VAMOS POR MÁS

POR MÁS JUSTICIA SOCIAL, CON DISTRIBUCIÓN ECONÓMICA

POR MAS INDEPENDENCIA ECONÓMICA, SIN FMI Y CON MÁS INTEGRACIÓN DE "NUESTRA AMÉRICA",

POR MÁS SOBERANÍA POLÍTICA, RECONSTRUYENDO EL CAMPO NACIONAL DESDE ABAJO

VOTÁ A KIRCHNER

LISTA 506

sábado, 20 de junio de 2009

20 de junio de 1973: el segundo retorno del General Perón




El General Juan Domingo Perón retorna definitivamente a la Argentina en un multitudinario encuentro con su pueblo.
Pero en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza se suscitan hechos de violencia que obligan a desviar el avión presidencial al Aeropuerto de Morón, por seguridad. Los compañeros de la Juventud Peronista de la región sur son atacados cuando intentan acercarse al palco.

20 DE JUNIO: DÍA DE LA BANDERA NACIONAL


La Bandera.

de Francisco Luis Bernárdez


Éste es el sol y éste es el cielo que en la bandera victoriosa nos hermana.
Éste es el sol que une los cuerpos y éste es el cielo cuyo amor une las almas.
Ambos están sobre nosotros para mostrarnos el camino que no engaña.
Y levantarnos de la tierra con la energía de las cosas sobre humanas.
Su luz nos junta en el recuerdo y al mismo tiempo nos congrega en la esperanza.
Mientras su fuego nos domine seremos libres como el vuelo de sus llamas.
Si alguna vez nos dividimos, quiera el Señor que levantemos la mirada.
Y contemplemos en el cielo celeste y blanco la bandera de la patria.
En su virtud encontraremos aquella fuerza que una vez nos hizo falta.
Y volveremos a estar juntos como los hijos bajo el techo de la casa.
Su limpia historia es la del río que se desborda por amor y fertiliza.
Cruzó desiertos y montañas para calmar la sed de un mundo en sus orillas.
Bajó del cielo de la patria para mostrarnos la razón de nuestra vida.
Para enseñarnos a ser libres como el espacio que en sus pliegues nos traía.
Hombres de ayer la recibieron en la raíz del corazón con alegría.
Y la llevaron en los ojos llenos de fuego y en las manos decididas.
Desde aquel día, su carrera fue la del sol que la besaba y la encendía.
Y que, al pasar sobre los pueblos, los despertaba de la muerte y los unía.
Con su calor fundió cadenas y con su luz abrió las cárceles sombrías.
Donde alumbró se disiparon todas las sombras y empezó la luz del día.
Pero también hubo la noche sin compasión, la noche ciega del fracaso.
La oscuridad de la derrota llenaba el mundo con su voz y con su llanto.
Noche de labios temblorosos, noche de frentes escondidas en las manos.
Noche de gritos reprimidos, noche de dientes y de puños apretados.
Noche final en que la historia ya estaba a punto de volver sobre sus pasos.
Y en que el camino de las horas ya no llevaba al porvenir, sino al pasado.
Pero la patria no moría, porque algo suyo era invencible, sin embargo.
Un resto limpio de bandera se defendía entre la muerte y sobre el caos.
Y era la chispa de otro fuego que despertaba más glorioso que el de antaño.
La roca viva entre las olas y la semilla junto al árbol desplomado.
En torno al resto de bandera, la patria entera en un momento estaba junta.
Todos los vivos que quedaban y hasta los muertos arrancados de las tumbas.
La patria entera convocaba sus energías más remotas y profundas.
Y en un impulso de victoria se derramaba como un mar lleno de furia.
Y reventaban en los pechos que se oponían vanamente a su locura.
En lo más alto de las olas, aquel jirón que iba flotando era la espuma.
Cuando se hundía entre las lanzas era un relámpago perdido entre la lluvia.
Al fin llegaba la victoria, para mecer al pueblo fuerte con su música.
Y aquel jirón se adormecía, vivo y glorioso como nadie y como nunca.
Esta bandera es la bandera que nos congrega en un solar y en una historia.
Esta es el alma de la patria: su voluntad, su entendimiento y su memoria.
Si algo valemos es por ella, que nos agranda con su fuerza generosa.
Y que, después de agigantarnos, nos da el ejemplo soberano de sus obras.
El elemento en que palpita ya no es el aire, sino el viento de la gloria.
Y el resplandor que la ilumina ya no es el sol, sino del Ser que hizo las cosas.
Su luz del cielo nos alumbra, su sombra de árbol nos ampara y nos convoca.
Mientras vivamos en la tierra, seamos dignos de su luz y de su sombra.
Quiera el Señor que la sigamos cuando nos llame como ayer a la victoria.
Y, si la muerte no nos deja, que por nosotros nuestros hijos le respondan.”
(De “Poemas de carne y hueso”, Francisco Luis Bernárdez)

jueves, 18 de junio de 2009

ES PA´ DE ANGELI, SOCIEDAD RURAL Y AFINES

Campaña: Perón le responde a De Ángeli
A esta hora del día es sabido que el demócrata Alfredo De Angeli recomendó: "Yo sé que esto a mucha gente por ahí no le gusta: en el campo hay que juntar a todos los empleados en las estancias, subirlos a la camioneta y decirles claramente a quién hay que votar si no quieren fundirse".Lo que no es sabido es que el visionario, Juan Perón, le respondió a De Angeli en la víspera de la histórica elección del 24 de febrero de 1946 dando un mensaje para los peones de aquel entonces y de la actualidad:
"No concurran a ninguna fiesta a que inviten los patrones el día 23; quédense en casa y el día 24 bien temprano, tomen las medidas para llegar a la mesa en que han de votar. Si el patrón de la estancia, como lo han prometido algunos, cierra la tranquera con candado, ¡rompa el candado o la tranquera, o corte el alambrado y pase a cumplir con la patria!"
¡Quédese tranquilo, Torito, que los peones hace años que aprendieron a votar!
(FUENTE: Extraido de http://www.verboamérica@blogspot.com/)

martes, 16 de junio de 2009

PARA RECORDAR EL 28 DE JUNIO

EL 28 DE JUNIO: PAREMOS A BRADEN

"No debemos olvidar en ningún momento –cualesquiera sean las diferencias de apreciación– que las opciones que nos ofrece la vida política argentina son limitadas. No se trata de optar entre el general Perón y el arcángel San Miguel. Se trata de optar entre el general Perón y Federico Pinedo. Todo lo que socava a Perón, fortalece a Pinedo, en cuanto él simboliza un régimen político y económico de oprobio y un modo de pensar ajeno y opuesto al pensamiento del país”.


Raul Scalabrini Ortiz

lunes, 15 de junio de 2009

16 DE JUNIO DE 1955: LA MASACRE DE PLAZA DE MAYO


Noticias
de
un
crimen
olvidado
El libro La Masacre de Plaza de Mayo, de Gonzalo Chaves, investiga los bombardeos de junio de 1955, que provocaron 300 muertos.

Por Cristian Vitale

(EXTRAÍDO DEL DIARIO PÁGINA 12 DEL 20 DE JUNIO DE 2004)

Gonzalo Chaves fue un cuadro de la resistencia peronista.
Cuando la historiografía liberal, conservadora o simplemente interesada ubica el origen de la violencia a fines de los sesenta, “olvida” revisar tres hechos medulares y desencadenantes: el golpe militar de 1955; los fusilamientos en José León Suárez, Lanús y La Plata de 1956, y un tercero que aparece como el más “olvidado”: el bombardeo de la Marina contra la población civil en Plazo de Mayo el 16 de junio de 1955, cuyo resultado estremece: 300 muertos y casi dos mil heridos. Gonzalo Chaves, viejo cuadro de la resistencia peronista, de padre y hermano muertos por la Triple A en 1974, se preguntó por las razones de tamaña omisión y encaró una investigación de cuatro años, cuyo resultado es La Masacre de Plaza de Mayo. “Ese día se inaugura el ciclo de violencia institucional contra el pueblo”, afirma. “Debería ser considerado como un crimen de lesa humanidad, pero jamás fue condenado. Es un hecho que nunca se debatió a nivel nacional. Sólo entre familias y de la puerta para adentro”. Chaves fue también militante de Montoneros y sufrió el exilio. –¿Por qué decidió escribir sobre el bombardeo? –En una charla que dio Laura Bonaparte en La Plata, ella preguntó si alguno de los presentes conocía nombres de muertos en los bombardeos. Y nadie contestó. Eso me golpeó y motivó la investigación. Uno de los aportes del libro es la confección de una lista de más de 170 muertos con nombre, apellido, DNI y domicilio –el resto aparece como NN–, y otra con cerca de 800 heridos “blanqueados”. Las listas estaban dispersas en los diarios y me tomé el trabajo de juntarlas. –¿Fue su objetivo principal? –Una de mis intenciones fue sacar del anonimato a las víctimas. Imagínese lo que fue. Día jueves al mediodía, con gente concentrada en la Catedral porque había un desagravio a la bandera.–Como parte de la celebración... –Claro, porque el desagravio consistía en un vuelo de aviones que iban a tirar flores sobre la Catedral. Pero cayeron bombas. La primera procedió de un avión conducido por Néstor Noriega, que era jefe de la base aeronaval de Punta Indio. Detrás vino un “North American” al mando del capitán de Navío Zavarots. Se calcula que tiraron cerca de 40 mil kilos de carga mortífera. Rolando Natiuk, dirigente sindical que fue a la Plaza, me aseguró que habían tirado napalm, pero me parece que no había napalm en ese momento; sí fósforo. –En Sinfonía de un Sentimiento, el film de Favio, aparece un autobús destruido. El relator dice que murieron niños que iban a la escuela. –Fue un trolebús que iba por el Bajo. Le cayó una bomba encima que no explotó, pero produjo un vacío interior que mató a los 42 pasajeros. Chicos de una escuela primaria. Las dimensiones del bombardeo fueron catastróficas, pero en realidad, el fin era matar a Perón.–También hubo varios enfrentamientos. ¿Los pudo reconstruir?–El choque más grande fue entre la Infantería de Marina, que tenía la misión de tomar la Casa de Gobierno y los Granaderos. Los marinos eran cerca de 400 y portaban unos rifles semiautomáticos, que habían entrado de contrabando al país, mientras que los Granaderos usaron Máuser con cerrojos. Pese a la desigualdad les alcanzó para impedir la toma. Los trabajadores, en tanto, hicieron barricadas en la General Paz para impedir que las tropas sublevadas marcharan sobre Buenos Aires. Algunos asaltaron armerías para defender al gobierno... pero la mayoría iba con las manos vacías o con palos al grito de “la vida por Perón”. –¿Cuál fue el papel de Isaac Rojas? Muchos lo responsabilizan...–No tuvo gran protagonismo. Una vez lo planteé en una charla y un compañero me dijo “estás rompiendo un mito”. Pero en ese momento, era leal al peronismo. Igual jugaba doble, era director de la Escuela Naval de Río Santiago, donde desembarcaron armas de contrabando que fueron utilizadas.–¿Y Aramburu?–Le fueron a hablar, pero en ese momento era jefe de Sanidad y no tenía mando de tropa. Dijo que no era el momento de derrocar a Perón. –En el libro conecta a los atacantes con sectores que participaron del golpe de 1976. ¿Cómo llegó a dar entidad a esta hipótesis? –Uno de los aviadores era Carlos Massera, el hermano de Emilio. Y éste, igual que Horacio Mayorga, era secretario privado del ministro de Marina Aníbal Olivieri, un conspirador tapado, que el día previo al bombardeo se internó en el Hospital Naval para dejar hacer. Otro de los que aparece en la conspiración es Suárez Masson, oficial cuyo papel fue recibir a los aviadores en Montevideo. Y también Osvaldo Cacciatore como piloto.–¿Qué edad tenía usted en ese momento y cómo recuerda el hecho?–Estaba en la secundaria. La noticia me alarmó, pero no tuve la dimensión que adquirí con el tiempo. Mi viejo, Horacio, era un suboficial del Ejército retirado... un milico de carrera corta, que en ese momento se presentó en el Regimiento 7 con la intención de recuperar Río Santiago ante una posible invasión.

16 de junio de 1955: BOMABARDEO DE LA PLAZA DE MAYO


El bombardeo sobre Plaza de Mayo de junio de 1955: la antesala del terrorismo de Estado en Argentina.

Por Salvador Ferla.

(Extraído de http://www.elortiba.com/)
Hace apenas 50 años hubo un Buenos Aires muy distinto del actual. La cabeza de un hombre muerto que cuelga por la abertura sin vidrio de la puerta del trolebús de la línea 305 y los cadáveres de dos mujeres tendidas en el empedrado, conforman una de las fotos más terribles de aquel 16 de junio de 1955, cuando oficiales de la Aviación Naval bombardearon Plaza de Mayo en un intento por terminar con el gobierno del presidente constitucional Juan Domingo Perón que había sido reelegido sólo tres años atrás con el 68% de los votos. Hasta hoy nunca se conocieron cifras precisas sobre el número de masacrados por la metralla y las bombas lanzadas desde los aparatos de la aviación naval. El propio Perón, según algunos de los que vivieron aquella circunstancia trágica para la Argentina y su gente, se negó a que se diera a conocer el balance de muertos y heridos. El día había amanecido lluvioso; la temperatura no superaba los 4 grados y la rutina de la ciudad era la normal. A las 12.40 se arrojaron 10 toneladas de bombas que provocaron más de 300 muertos entre mujeres, trabajadores y niños. Muchos más de 50 fueron reconocidos en las morgues por sus delantales blancos. Entre quienes allí cayeron había peronistas, antiperonistas, católicos, creyentes de todo credo, ateos, todos argentinos asesinados en nombre de Cristo, de la libertad y de la democracia.Cuarenta minutos pasado el mediodía de aquel jueves encapotado y laborable, 20 aviones de la armada (14 cazabombarderos monomotores biplaza North American y 6 bombarderos bimotores Beechcraft, que llevaban más de dos horas y media en el aire, sobrevolando el Río de la Plata, mientras esperaban un plafond más alto), iniciaron el bombardeo y ametrallamiento por sorpresa de la Plaza de Mayo, con epicentro en la Casa Rosada.
Estaba programado un acto de homenaje a San Martín y desagravio a la bandera en la Catedral, e incluía un desfile aéreo, por lo que el ruido de las naves en formación no alarmó a nadie hasta los estampidos de las dos primeras bombas arrojadas por el entonces teniente de navío Néstor Noriega, jefe de la flotilla.Esas bombas cayeron sobre la hilera de autos estacionados sobre Hipólito Irigoyen, entre Balcarce y Paseo Colón, y mataron entre tres y cuatro personas; las primeras de alrededor de 350 muertes, casi todas de civiles, en que resultó la jornada: casi enseguida otra atravesó el techo de un trolebús repleto, en el Bajo entre Irigoyen y Rivadavia, y aunque su carga incendiaria no deflagró -solo, en apariencia, el detonante -el desplazamiento de aire de sus cien kilos de peso alcanzó para matar a 58 de 60 personas a bordo, muchos de ellos chicos de escuela.
Los estallidos sirvieron de señal para que dos compañías de Infantes de Marina, unos 300 hombres, se desplegaron, partiendo del Ministerio del arma, en Cangallo y Madero, y del Arsenal Naval de Puerto Nuevo, hasta alcanzar Plaza Colón, a menos de 100 metros de la Casa Rosada, y desde allí la atacaron por dos flancos con fuego de ametralladoras y fusiles. Desde la sede de gobierno sostuvieron y contestaron el embate cuarenta granaderos y unos pocos empleados civiles.Otros infantes aerotransportados habían copado el Aeropuerto Internacional de Ezeiza para garantizar el reaprovisionamiento, y un grupo de comandos civiles y marinos a cargo del teniente de navío Siro de Martín tomaron Radio Mitre, desde donde comenzó a irradiarse una "proclama revolucionaria". El primer ataque aéreo duró poco menos de una hora.Cuando arreciaba, a las 13:12, el Secretario General Adjunto de la CGT, Hugo Di Pietro, convocó a los trabajadores de capital y conurbano con un llamado general: "Compañeros, el Golpe de Estado ha comenzado. Todos los trabajadores deben reunirse en los alrededores de la CGT, donde recibirán instrucciones. ¡Demos la vida por Perón! "Los trabajadores, efectivamente, comenzaron a llegar a la zona poco después, en camiones fletados por los sindicatos y por la Fundación Eva Perón y en ómnibus requisados por ellos mismos, congestionando los accesos al centro. Otros resistentes espontáneos detuvieron ómnibus y troles para cruzarlos en la General Paz y sus principales intersecciones, de modo de prevenir avances terrestres.Los primeros trabajadores en llegar a la zona recibieron unas pocas armas de puño, con las que se desparramaron por las recovas de Paseo Colón para hostigar a los infantes de marina. Otros manifestantes se dedicaron a atender a los heridos y otros, por fin, asaltaron una armería en Constitución y otra en Tucumán y San Martín.El plan de los sublevados incluía, como objetivo central y evidente, el asesinato del presidente de la Nación, pero Perón no estaba en la Rosada; se había trasladado al Ministerio de Guerra -Edificio Libertador, actual Comando en Jefe del Ejército -alertado por el ministro, General Franklin Lucero de "ciertos rumores" y montado allí un comando centralizado.Entre quienes lo rodeaban estaba allí el General Justo Leon Bengoa, titular de la III Brigada de Ejército con asiento en Paraná, de quien se supo después que la asonada lo había encontrado desprevenido, lejos de su comando, con el que pensaba unirse a la sublevación.Por parecidas razones también estaba allí el Capitán Luciano Benjamín Menéndez, hijo del golpista de 1951. En cambio, el ministro de Marina, contralmirante Aníbal Olivieri, se había hecho internar en el Hospital Naval a la espera de los acontecimientos, acompañado de dos de sus tres edecanes: Eduardo Emilio Massera y Horacio Mayorga.El tercero era Oscar Montes, inhallable ese día. Los tres alcanzaron el máximo grado de su escalafón y fueron juzgados años después por crímenes contra la humanidad.Uno de los hermanos de Massera, Carlos, piloteaba un North American. Poco después de la una de la tarde, una veintena de oficiales de la aeronaútica tomó las instalaciones de la Séptima Brigada Aérea de Morón y las fuerzas legales se quedaron sin base para operar.La Fuerza Aérea había entrado en acción con sus cazas a reacción Gloster Meteor, rivales imbatibles para los lentos aviones navales; habían alcanzado a derribar dos aparatos en el aire y averiado otros dos o tres en tierra, al ametrallar Ezeiza mientras se reabastecían; ahora, media docena de cazas Gloster y Fiat quedaron en manos de los atacantes.Aquel, y no Malvinas, fue el bautismo de fuego del arma. Los aparatos de la aeronaútica efectuaron varias pasadas ametrallando la Avenida de Mayo, desde Congreso hasta el puerto y a la inversa.A las 14, la Guarnición Motorizada Buenos Aires llegó en auxilio de las tropas de la Casa de Gobierno y con el auxilio de algunos blindados empujó a los infantes de Marina hasta sitiarlos en el edificio del que habían partido.Olivieri había tomado por fin su decisión y estaba allí dentro, con sus ayudantes. A pesar de las indicaciones de Perón a la CGT tratando de circunscribir la lucha a los militares, los militantes peronistas caminaban en masa detrás de las tanquetas.A las 15:10, el ministerio alzó bandera blanca, pero antes de que una comisión integrada entre otros por el General Sosa Molina y el General Valle -asesinado casi exactamente un año más tarde, el 12 de junio de 1956, por los "libertadores"- llegara al edificio, se inició la segunda gran ola de bombardeos, más prolongada y nutrida que la anterior.Mientras que los sublevados de la aeronaútica seguían su propio plan con incursiones individuales, la Marina sumó tres grandes hidroaviones Catalina.Todos volvieron a machacar la casa de gobierno, cuyo segundo piso se derrumbó en gran parte, pero agregaron otros objetivos: el Departamento de Policía, en Belgrano y Virrey Cevallos, la CGT, en Independencia y Azopardo, y la residencia presidencial de capital, situada en Austria entre Las Heras y Libertador, en el predio que hoy ocupa la Biblioteca Nacional, en éste último caso con pésima precisión: cayeron bombas desde Pueyrredon y Las Heras hasta Plaza Vicente López y la calle Guido. Los marinos sitiados en el ministerio retiraron la bandera de rendición y ametrallaron la delegación que se acercaba, matando a varios de los civiles espontáneos que la acompañaban.El bombardeo metódico duró hasta pasadas las 16:30, cuando los ocupantes de Ezeiza alertados por las caídas en manos el ejército de las bases navales de Punta Indio -de donde había partido el grueso de los atacantes- Puerto Belgrano y Mar del Plata, por la inmovilidad de secciones del ejército cuyo apoyo habían esperado y por la cercanía amenazante del regimiento III de La Tablada, huyeron en masa al Uruguay, en algunos aviones de transporte. Los pilotos que aún se hallaban en el aire hicieron lo propio.Los ocupantes de Morón tomaron la misma decisión algo más tarde; 122 oficiales de ambas armas y un civil -Miguel Angel Zavala Ortiz, líder del radicalismo "unionista" y jefe de los comandos civiles que no habían llegado a entrar en acción -y 36 aparatos diversos, con los flancos pintados con una cruz sobre una "V" llegaron a la otra orilla.En el comité de recepción estaban Carlos Suarez Mason, exiliado allí desde 1951 y futuro jefe de asesinos seriales del primer cuerpo de Ejército, y el socialista de ultraderecha Américo Ghioldi, futuro embajador de Videla, identificado con una de las supervillanas de la literatura universal, Lady Macbeth, a partir de 1956, cuando citó su línea "se acabó la leche de la clemencia" para justificar el asesinato de civiles y militares.Entre quienes llegaban estaba Osvaldo Cacciatore, quien a partir de 1976 sería intendente "de facto" de la misma ciudad indefensa que había bombardeado. El presidente Luis Batlle Berres devolvió más tarde los aviones, pero agasajó informalmente a los hombres.
El Ministerio de Marina volvió a rendirse a las 17:10, esta vez en serio. Como única condición Olivieri, que mantenía una actitud ambigua entre la de jerarca de los alzados y la de negociador del gobierno, pidió al ejército que "retirara a los partisanos (sic) que hacen fuego desde la recova".El edificio moderno y muy vidriado mostraba toda clase de destrozos, pero dentro no había ni una baja mortal. La hubo enseguida; Benjamín Gargiulo, uno de los oficiales jefes del alzamiento, se disparó con su pistola reglamentaria, encerrado en un despacho.El otro, Samuel Toranzo Calderón, no. A las 17: 40, cuando Perón llevaba unos 10 minutos hablando al país por la cadena oficial de radiodifusión y la Plaza de Mayo se había llenado nuevamente de personas, un Fiat G-6 de la Fuerza Aérea rezagado efectuó un último vuelo, rasante y disparando sobre la multitud, antes de perderse en el Río de la Plata.La respuesta, con la Iglesia como objetivo.En su mensaje, el Presidente no ahorró denuestos a la Armada ni elogios y agradecimiento al Ejército. Erraba por optimismo, como se vería en setiembre. El Secretario General de la CGT, Eduardo Vuletich, tuvo un fugaz regreso al rol que en la práctica desempeñaba Di Pietro, y cargó las tintas sobre la responsabilidad de la Iglesia, que por cierto apadrinaba ostensiblemente a los golpistas.Por la noche, multitudes no identificadas quemaron una decena de templos católicos céntricos, incluyendo la curia, en un costado de la catedral, a la que se voló previo desempotrar y llevarse la caja de caudales. Pío XII, que se había negado tozudamente a excomulgar a Mussolini incluso después de su caída, lo hizo con Perón en solo tres días.Vuletich, dirigente de la Asociación de Farmacia, fue rápidamente renunciado. Perón nunca confió plenamente en él: prefería manejarse con Di Pietro -que ocupó por fin la Secretaría General- e incluso con José Espejo, aunque este había sido empujado a la renuncia por la multitud, que le reprochaba su obsecuencia, en 1953.Lo cierto es que el incendio de los templos nunca estuvo del todo claro: la calle estaba llena de trabajadores autoconvocados, pero también de "comandos civiles" que no habían alcanzado a entrar en acción.Y no hubo quema de templos en los barrios perisféricos de Buenos Aires, donde el peronismo era dominante. En cambio sí la hubo -fue el único otro lugar del país, al menos en esa proporción-en Bahía Blanca, una ciudad muy influida por la próxima base de Puerto Belgrano.El conflicto con la iglesia derivó de la creación del Partido Demócrata Cristiano de Argentina como símil del impulsado por el Vaticano en Italia, y del desagrado de Perón, a cuyo juicio el Partido Justicialista ya ocupaba ese lugar.El peronismo hizo votar una avanzada ley de divorcio, eliminó la enseñanza religiosa en las escuelas del Estado y promovió el debate alrededor de la separación de la Iglesia y el Estado.La iglesia identificó crecientemente al régimen con una dictadura "inmoral" contra el que predicó desde todos los púlpitos y prohijó en declaraciones y hechos a los golpistas. Socialistas, demoprogresistas y Radicales del Pueblo vieron con agrado las medidas anticlericales -y votaron a favor de las que llegaron a legislarse- pero se hicieron los osos cuando la oposición comenzó a reunirse alrededor de la Santa Madre.Innegablemente autoritario, el del General Perón seguía siendo el gobierno constitucional del país, su titular había sido reelecto con el 68% de los sufragios solo tres años antes, los salarios de los trabajadores seguían participando en el Producto Bruto Interno en una proporción próxima al 50%; se estaba cerca de una alfabetización del 100%, habían desaparecido enfermedades endémicas, no había déficit de viviendas, ni de escolarización, ni de camas de hospital, ni deuda externa.El terrorismo antiperonista databa de tiempo atrás. No comenzó el 16 de junio de 1955 con el bombardeo a los manifestantes en la Plaza de Mayo. Algo más de dos años antes, el 15 de abril de 1953, con motivo de un acto oficialista, con Perón como orador, un "comando civil" hizo explotar dos bombas, una de ellas en el andén de la también estación "Plaza de Mayo" de la Línea "A" de los subterráneos porteños.Como resultado de la misma murieron seis personas, otras 19 quedaron lisiados a perpetuidad y " más sufrieron heridas de diferentes consideraciones.El principal responsable de ello fue el dirigente radical Roque Guillermo Carranza, quién fue detenido el 11 de mayo de ese año y sigue homenajeado llevando su nombre una estación de subte.Culpabilizar a la víctimaLos rasgos del intento de magnicidio del 16 de junio fueron tan groseros que recordaron la humorada de Chesterton respecto a que la mejor forma de ocultar un homicidio es generar una guerra en la esquina y arrojar el cadáver allí, pero interpretada por alguien que no acabó de entender la sutileza.El odio contra la persona de Perón se había transferido con facilidad a -o había empezado por- el pueblo que, en mayoría, aún sentía ese proyecto de país como propio.Los diarios del 17 de junio se refirieron con amplitud a los daños y publicaron listas parciales de muertos y heridos, pero comenzaron a diluir la información a partir del día siguiente; el régimen advirtió su propia debilidad y los mensajes del Presidente se volvieron tibios y conciliatorios, lo que resultó en la progresiva desaparición de los nombres de los caídos, que se completó con el golpe de Estado del 16 de setiembre.El documento liminar de la "Revolución Libertadora" inauguró el recurso de culpabilización de la víctima: el "tirano" era responsable por las muertes -que nunca se nominaron ni enumeraron- porque habría convocado a los trabajadores, a sabiendas del riesgo.Perón no hizo ningún llamado a la ciudadanía a lo largo de esa tarde, pero el argumento se repitió con éxito en la prensa oficial y hasta en los libros escolares durante las siguientes dos décadas.Varias generaciones fueron informadas del vandalismo ateo de las masas peronistas con el mismo cuidado con que se nos ocultó y decrecieron bajo la oclusión oficial y el goteo clandestino de un relato tan monumental que, aún prescindiendo de su monstruosidad pareciera inocultable.Durante medio siglo los terroristas de Plaza de Mayo gozaron de un aura romántica basada en una acción cuya infamia solo sería comparable a la destrucción de Guernica si los pilotos de la Legión Cóndor hubieran sido vascos y no alemanes

viernes, 12 de junio de 2009

12 DE JUNIO DE 1974: EL GENERAL SE DESPIDE DE SU PUEBLO


12 de junio de 1974:
Desde el balcón de la Casa Rosada, Perón se dirige por última vez a su pueblo, reunido en la Plaza de Mayo:
“Llevo en mis oídos la más maravillosa música, que para mí es la palabra del pueblo argentino”.

miércoles, 10 de junio de 2009

GLORIA A NUESTROS COMPAÑEROS







FUSILAMIENTOS DE JOSÉ LEÓN SUÁREZ


El Presidente duerme. Fusilados en junio de 1956.
La generación de una causa
Daniel Brión
José León Suárez
Quiénes fueron los ejecutores, instigadores e ideólogos de los crímenes producidos por el terrorismo de Estado en junio de 1956
José León Suárez.
El departamento de la calle Hipólito Yrigoyen 4519 de Florida, en la Provincia de
Buenos Aires, es uno de los focos de la ilusión política donde, aguardando una señal ya
convenida, un grupo de patriotas espera el momento para actuar.
La excusa es escuchar una pelea por la radio –por el campeonato sudamericano pelean
Lausse con el chileno Loayza–, la realidad es la espera del lanzamiento radial de la
proclama revolucionaria y el anunciado corte de luz que marcará el inicio de las
acciones.
El dueño de casa, Juan Torres, está muy vinculado con el activismo peronista de la
zona, en esa misma casa ya se han escondido algunos compañeros perseguidos en
otras oportunidades.
Esa noche, otros compañeros de causa, ansiosos, están aguardando el acontecimiento
esperado.
Se dividen en dos grupos, algunos juegan a las cartas, otros están escuchando la pelea.
Allí se encuentran:
Carlitos Lizaso, el de los 21 años alegres y optimistas; Nicolás Carranza, el obrero
ferroviario prófugo de la policía por repartir volantes; Francisco Garibotti, vecino de
Carranza, también obrero ferroviario y padre de 5 hijos; el fornido Vicente Rodríguez,
obrero portuario, padre de 3 hijos; Mario Brión, entusiasta de la justicia social,
empleado de Siam, un hijo; Horacio Di Chiano, indiferente al peronismo, pero se
acerca al grupo porque repudia el accionar de los militares; Norberto Gavino, peronista
prontuariado y Juan Carlos Livraga, el muchacho colectivero que sólo fue a escuchar la
pelea.
La Hora O
Son cerca de las 23.00, la hora de la esperanza, el grupo está entretenido jugando a las
cartas y escuchando la radio, aguardan la ansiada novedad.
Livraga, indiferente a las inquietudes políticas, decide retirarse.
Al abrir la puerta es golpeado violentamente en el estómago, al mismo tiempo que una
voz amenazante grita fuera de sí “¿donde está Tanco?”...
El jefe de la policía de la Provincia de Buenos Aires, Teniente Coronel Desiderio
Fernández Suárez, acompañado por el jefe de la Unidad Regional San Martín, Inspector
Mayor Rodolfo Rodríguez Moreno, el subjefe Inspector Cuello, un grupo de agentes de
la policía armados con armas largas y un grupo de civiles, irrumpen el lugar tras
derribar de una patada la puerta.
Han llegado al lugar con una camioneta policial y un colectivo –el interno 40 de la Línea
19– que requisaron en Puente Saavedra algunas horas antes.
Todo es confusión, rompen los muebles, revisan los cajones, los papeles y todo cuanto
encuentran es tirado al suelo. El jefe de la policía, con su 45 en la mano, intimida a los
presentes, quiere saber a toda costa donde está Tanco, como nadie le contesta se
pone como loco, desparrama culatazos y golpes con el arma que se le entregó para
que defienda al pueblo de posibles agresiones.
Entretanto, aprovechando la confusión, Torres salta una pared y logra escapar. Carlitos
Lizaso trata de imitarlo pero no lo logra, su suerte parece estar trazada.
Antes de irrumpir en el lugar, Fernández Suárez lo ha hecho en el departamento de
adelante, donde detiene al dueño de casa, Horacio Di Chiano y a un vecino que lo
visitaba, Miguel Ángel Giunta; ambos totalmente ajenos a la revolución, igualmente
son detenidos luego de ser golpeados y encañonados en el cuello con la pistola.
A golpes y puntapiés todos son llevados a la calle y se los comienza a hacer subir de a
uno al colectivo.
Cuando sube Gavino, Fernández Suárez lo reconoce y lleno de ira comienza a
golpearlo, le pone la mano en una tapa de gas y cierra violentamente la puerta, el
golpe le corta dos dedos, luego lo levanta de los cabellos y le grita “Así que vos sos
Gavino, a ver hacete el guapito ahora, decime donde está Tanco!!”..., pero Gavino no
habla y el jefe de la policía de un golpe lo arroja dentro del colectivo.
Ponen en marcha los dos vehículos y los llevan a la Unidad Regional San Martín.
Fernández Suárez, luego de unos minutos, se marcha de regreso a La Plata.
Al rato traen a dos detenidos más: Julio Troxler, ex oficial de policía y miembro de la
resistencia peronista, y Reinaldo Benavídez, que al llegar a la casa de Torres se
encuentran con los policías armados que quedaron en el lugar y los detienen.
Entretanto, en la Regional, por comentarios de los policías se enteran de la noticia de
la insurrección y, más tarde, la de la ley marcial. Sienten una sensación de alivio, este
arresto les servirá para protegerlos de la aplicación de esa Ley Marcial, ya están presos
antes de que hubiera sido dictada y, creen, no se la pueden a aplicar a ellos.
“¡Che, a ver si todavía nos matan!”
Es el pensamiento de Brión, y se lo comenta al oído a un compañero.
“No Mario quédese tranquilo, a lo sumo nos tendrán detenidos un tiempo, ya va a
ver”, lo tranquiliza Livraga.
Son las dos de la madrugada ya pasadas, el ambiente se va endureciendo poco a poco;
los policías, que antes conversaban con los presos, ya no lo hacen y sus rostros
adquieren seriedad.
A las dos y cuarenta y cinco, el Jefe de la Brigada decide tomarles declaración.
Van pasando de a uno.
Nombre, ocupación y la pregunta:
“¿Qué hacía allá?”
“Estaba jugando a las cartas”. “Escuchaba la pelea”.
“Vivo en ese departamento”. ‘’Estaba de visita”.
Son las declaraciones que firman los detenidos, ninguno traiciona, ninguno implora,
ninguno se quiebra.
Les retiran los efectos personales, reloj, dinero, anillos (donde habrán ido a parar).
La mayoría piensa: “Nos meten adentro. ¿Cuánto tiempo nos tendrán?”
“¡A esos detenidos de San Martín que los fusilen!”
Ninguno puede imaginar que, en la Ciudad de La Plata, el jefe de la policía teniente
coronel retirado y ex director de escuela Desiderio Fernández Suárez ha pronunciado
telefónicamente, con carácter de orden, estas palabras criminales.
Palabras que se repiten sin cesar en los oídos de Rodríguez Moreno, nunca nadie en la
policía de la Provincia de Buenos Aires, hasta ese momento, dio ni recibió semejante
orden.
Está desconcertado. No tiene el heroísmo para desobedecer, liberarlos y huir.
Tampoco sabe como hacer un fusilamiento, ni conoce a nadie que lo sepa.
Se dirige al Liceo Militar, en San Martín, y solicita permiso para el fusilamiento, se le
niega y le dicen que nada tienen que ver con su jefe ni con la policía.
Vuelve a su oficina y llama al jefe de la policía, nuevamente se le ratifica la orden
“¡FUSÍLELOS, NO PIERDA MÁS TIEMPO, HÁGALO EN CUALQUIER BALDÍO, PERO
HÁGALO YA!”
A las 5.30 de la madrugada del domingo 10 de junio la dependencia policial se pone en
movimiento.
Es una noche fría, helada.
Traen una camioneta donde se ubica Rodríguez Moreno, el jefe de la brigada, su
segundo el Comisario Cuello y el oficial Cáceres; y un carro de asalto donde van los
doce civiles.
Quince agentes de policía al mando del cabo Albornoz, de la Subcomisaria de Villa
Ballester, vigilan.
Las calles están desiertas. La oscuridad es casi completa. Entran en la Ruta 8 y luego
doblan en la Avenida Bernardo Márquez.
Tiritando de frío los prisioneros se preguntan “¿dónde nos llevan?”
Brión le comenta nuevamente a Livraga:
“Don Lito, nos van a matar”.
“No Mario, quédese tranquilo, nos deben de estar trasladando a La Plata”, le contesta.
El vehículo se detiene, el cabo ordena que bajen seis. Comienzan a descender junto
con algunos policías, Rodríguez Moreno decide que ese no es el lugar apropiado y
vuelven a hacerlos subir.
Trescientos metros más adelante vuelven a detenerse. Nuevamente la voz del cabo
indica:
“¡Que bajen seis!”
El lugar está próximo a la estación de José León Suárez, en la avenida Márquez y 9 de
Julio; sobre 9 de Julio. A la derecha hay un club, frente al club una hilera de eucaliptos;
frente a los eucaliptos un gran baldío con basura amontonada.
Operación Masacre
El drama comienza a desencadenarse. Rodríguez Moreno salta de la camioneta, pistola
en mano. Apunta a los prisioneros. Que caminen en dirección al basural es la orden.
Avanzan. Detrás los agentes y Rodríguez Moreno a un costado, ordenando mantener la
fila.
La camioneta avanza lentamente, iluminando con sus faros la oscuridad de la noche. A
golpes de fusil los van arriando al lugar elegido.
Caminan otro trecho. El cabo ordena “¡De frente y codo con codo!”
Los prisioneros se dan vuelta, han visto el rostro de la “revolución libertadora”.
La escena resulta difícil de reconstruir con exactitud.
Gavino le dice a Carranza “corramos que nos matan” y sale corriendo en ese mismo
instante, no para de correr.
Carranza no atina a huir y se tira al suelo gritando “¡no me maten, tengo 6 hijos!”
La respuesta no tiene palabras, le apoyan un fusil en la nuca y aprietan el gatillo. Cae
muerto. Luego le acribillan todo el cuerpo.
Se produce un desbande de los prisioneros y una descarga de los fusiles.
Livraga se tira al suelo y se hace el muerto. Lo mismo hace Di Chiano.
Giunta siente una bala que pasa cerca suyo, escucha un impacto, un gemido sordo y el
golpe del cuerpo de Garibotti que cae muerto.
Giunta se tira cuerpo a tierra y se queda inmóvil, de pronto se pone de pie de un salto
y corre zigzagueando, logra escapar.
Se oyen gritos. Rodríguez intenta escapar pero no tiene suerte, cae herido por la
espalda Desesperado por el dolor pide “¡mátenme, por favor mátenme, no me dejen
así!” Sin ningún comentario, en ese mismo momento lo ultiman.
Mario Brión no tiene posibilidad de escapar, lleva puesta una polera blanca que le
acababa de tejer su mujer, brilla incandescente a la luz de los faroles de la camioneta;
lo balean por la espalda. Cae muerto.
Entretanto en el carro de asalto, Troxler intenta desarmar a un agente, forcejea, le da
una patada y huye arrastrando tras suyo a su amigo Benavídez; éste a su vez intenta
llevar con él a Garlitos Lizaso.
Pero Lizaso no tiene suerte y lo sujetan entre tres guardias, luego forman el pelotón
frente a él y hacen fuego, le dan en pleno pecho. Cae muerto.
Díaz, entre tanto ha logrado escaparse saltando del carro de asalto en algún momento
de la confusión.
Rodríguez Moreno ha cumplido con la orden, pone en marcha los vehículos para
emprender el regreso, pero antes se va deteniendo al lado de cada cuerpo, y si
comprueba que todavía le queda algo de vida los remata de un tiro, se detienen junto
a Di Chiano y luego de unos segundos eternos lo dan por muerto y continúan.
Se detienen ahora junto a Livraga y al verlo parpadear brota la orden: “tirale a ese que
todavía respira”, le disparan tres veces, la primera pega en el piso junto a su cabeza, la
segunda le atraviesa la cara de lado a lado, destrozándole el tabique nasal y la
dentadura, la tercera pega en su brazo, lo dan por muerto y se retiran.
Sobre un total de doce detenidos, los muertos han sido cinco:
Carlos Lizaso,
Nicolás Carranza,
Francisco Garibotti,
Vicente Rodríguez y
Mario Brión
El resto, afortunadamente logró escapar o fue dado por muerto en el lugar.
Más tarde, sus testimonios han ayudado ha reconstruir los hechos.
Cuando se termina y el carro de asalto y la camioneta se alejan por donde vinieron son
alrededor de las 6 de la mañana.
Al día siguiente tratarán de borrar todas las manchas de la sangre derramada
arrojando decenas de litros de kerosene y prendiendo fuego en todo el lugar.
Pero esa sangre jamás la podrán limpiar de sus manos y de su conciencia, no existe
nada que les pueda evitar llevarla por siempre sobre ellos.
La proclama
Las horas dolorosas que vive la República, y el clamor angustioso de su Pueblo,
sometido a la más cruda y despiadada tiranía, nos han decidido a tomar las armas para
restablecer en nuestra Patria el imperio de la libertad y la justicia al amparo de la
Constitución y las leyes.
Como responsables de este Movimiento de Recuperación Nacional, integrado por las
Fuerzas Armadas y por la inmensa mayoría del Pueblo –del que provienen y al que
sirven–, declaramos solemnemente que no nos guía otro propósito que el de
restablecer la soberanía popular, esencia de nuestras instituciones democráticas, y
arrancar a la Nación del caos y la anarquía a que ha sido llevada por una minoría
despótica encaramada y sostenida por el terror y la violencia en el poder.
Conscientes de nuestra responsabilidad ante la historia, comprendemos que nuestra
decisión es el único camino que nos queda para impedir el aniquilamiento de la
República en una lucha estéril y sangrienta entre hermanos, cada día más inevitable e
inminente.
Deploramos que precisamente desde el gobierno se haya cerrado sistemáticamente
toda posibilidad de pacificar la República y alcanzar la armonía entre los argentinos, en
contraposición con el sentido de responsabilidad, la tolerancia y la paciencia patriótica
del pueblo.
La Nación entera, y con ella la tranquilidad, el bienestar y la dignidad de todos los
argentinos han caído en manos de hombres y de fuerzas que aceleradamente
retrotraen a la Patria a épocas de sometimiento, de humillación y de vergüenza.
Su acción nefasta ha desquiciado y lesionado profundamente el orden político,
económico y social de la República.
1. En lo político
• Han violado y desconocido el imperio de la Constitución y de las leyes,
sustituyéndolos por un llamado “derecho de la Revolución”, que no es otra cosa que el
entronizamiento de la arbitrariedad, sin más normas ni vallas que la omnímoda
voluntad de los que detentan el poder.
• Se han avasallado así las garantías y derechos individuales, sustituyéndose a
instituciones y personas de la jurisdicción de sus jueces naturales, sometiéndolos a
tribunales y comisiones especiales expresamente prohibidas por la Constitución.
• Se ha perseguido, encarcelado y confinado en verdaderos campos de concentración
a miles de argentinos no sometidos a proceso y privados del derecho a la defensa, por
razones ideológicas o políticas.
• Por idénticas razones se ha privado a miles de argentinos de derechos esenciales,
como el acceso a los empleos públicos y la participación activa en la vida cívica de la
Nación, sin que tan graves penas provengan de la decisión de la justicia y ni siquiera de
juzgamiento de la conducta de los inculpados.
• Como consecuencia de esta arbitrariedad discriminatoria, que divide a los argentinos
en reprobos y elegidos, se ha privado de sus empleos a miles de ciudadanos, sin
tenerse en cuenta ni su antigüedad, ni su idoneidad, ni su conducta.
• Se ha excluido de la vida cívica del país a la fuerza mayoritaria con el pretexto de
inmoralidades y desviaciones en la conducta de algunos de sus dirigentes; verdadera
aberración jurídica y moral que podría llevar a la exclusión de todos los partidos, desde
que todos padecen o padecieron en algún momento de males similares.
• Se ha fomentado y organizado desde el gobierno la delación y el espionaje contra
personas e instituciones, inclusive contra las Fuerzas Armadas.
• Se ha impedido la libertad de prensa, uniformada al servicio del gobierno,
interviniendo y entregando arbitrariamente los diarios y revistas a sectores políticos
minoritarios adictos al mismo, clausurando los desafectos e impidiéndose la aparición
de nuevos órganos de opinión independiente.
• Todo ello unido a la monstruosidad totalitaria de un decreto-ley que bajo penas
gravísimas prohibe a los ciudadanos hasta el uso o empleo individual de palabras,
fechas, símbolos, foto
grafías, nombres y expresiones que se proscriben, configuran los hechos más salientes
de un plan siniestro, destinado a ahogar la libre expresión de la ciudadanía, y
entronizar en el poder
a minorías antinacionales que en su hora enajenaron el patrimonio del país y traficaron
con el hambre y el dolor de los trabajadores argentinos.
• Este desborde de la arbitrariedad ha culminado con la abolición de la Constitución
Nacional vigentes, sancionada por una Convención Reformadora libremente elegida
por el pueblo,
con la participación de los mismos sectores políticos que apoyan la tiranía,
Constitución que juraron acatar y defender los mismos que hoy la vulneran y suprimen
a espaldas del Pueblo y
al margen de su libre voluntad soberana con el evidente propósito inconfesable de
abolir disposiciones como el artículo 40, que impiden la entrega al capitalismo
internacional de los servicios públicos y las riquezas naturales del país, juntamente con
otras también fundamentales como las que sancionan los derechos del trabajador y las
que estatuyen la función social de la economía y la riqueza.
• Por un acto arbitrario y despótico se reimplanta una Carta Fundamental ya superada
por la realidad política, económica y social de la República, al amparo de cuya
imprevisión y laxitud
fue posible en otras épocas la entrega del país a las fuerzas internacionales del
capitalismo y el sometimiento, el hambre y la humillación de nuestro Pueblo.
Y para hacer más evidente la burla a la ciudadanía y la prepotencia de la arbitrariedad,
ni siquiera se la reimplanta en todo su vigor como norma de convivencia o valla del
poder, sino “en tanto y en cuanto no se oponga a los fines de la Revolución”, vale
decir, en cuanto no se oponga a la voluntad omnímoda e incontrolada del gobierno.
Jamás en toda la historia, gobierno alguno ha tenido el descaro de hacer semejante
profesión de tiranía y despotismo.
2. En lo económico
Se han tomado medidas tendientes a quebrantar la industria nacional, depreciar la
moneda, crear el desaliento en la inversión de capitales útiles, elevar los precios
acentuando el desequilibrio entre éstos y los salarios, provocar sectores importantes
de desocupación, que llevarán por hambre a los obreros a someterse a la voluntad del
capitalismo.
Todo ello unido al desprestigio internacional de nuestra economía por el propio
gobierno, a la acelerada concentración de empréstitos extranjeros y a la adopción de
determinados compromisos anteriores, constituyen etapas de un plan destinado a
retrotraer al país al más crudo coloniaje, mediante la entrega al capitalismo
internacional de los resortes fundamentales de su economía.
3. En lo social
Se han desconocido legítimas conquistas de los trabajadores, se ha destruido la
organización sindical –base indispensable de la paz social y del progreso del país–,
mediante la intervención a la Central Obrera y a todos los sindicatos y el asalto de las
organizaciones, propiciando desde el gobierno con elementos reconocidos como
agitadores al servicio de ideologías o intereses internacionales.
Se ha perseguido, encarcelado y confinado a miles de trabajadores, y se los ha privado
arbitrariamente del derecho elemental de intervenir activamente en la vida de las
organizaciones a que pertenecen.
En síntesis, desde el propio gobierno, se ha realizado una acción sistemática tendiente
a destruir la organización sindical y anarquizar a los trabajadores, acción que persigue
la finalidad inconfesable de debilitar el frente social para posibilitar el camino del
sometimiento del Pueblo, y con él, del sometimiento de toda la Nación.
4. En el orden de las fuerzas armadas
Se ha tratado en toda forma de minar su unidad y su armonía y se han desquiciado sus
cuadros con la baja o retiro obligatorio de centenares de jefes, oficiales y suboficiales
que honraban a la institución por sus virtudes morales y su capacidad profesional.
Al mismo tiempo se ha obligado a muchos oficiales al desempeño de funciones civiles
incompatibles con su estado militar, creándose hacia la institución un lógico
resentimiento y desconfianza del Pueblo, difícil de superar, y que es la semilla más
criminal que podía haberse sembrado para dividir y anarquizar la Nación.
Esto es, en lo fundamental, el panorama trágico de las horas difíciles que vive la
República. La proliferación de conflictos sindicales, los actos diarios de sabotaje en
todo el territorio del país y el continuo descubrimiento en toda la república de planes
subversivos o actos de insurrección, denunciados por el propio gobierno, no son (como
él pretende, para encubrir su responsabilidad y engañar a la opinión) fruto de la acción
aislada de personas perturbadoras, sino síntoma del clima de opresión y subversión en
que vive la República y expresión evidente del espíritu indomable y de la decisión del
pueblo de reconquistar su libertad.
Tan grave estado de cosas impulsa nuestra determinación y nos decide a recoger el
clamor unánime del Pueblo, antes de que la República desemboque en una lucha
fratricida que terminará por destrozarla.
Este Movimiento de Recuperación Nacional, se lanza a la acción revolucionaria con
objetivos claros y un programa concreto para restablecer la soberanía y la justicia
social y devolver al Pueblo el pleno goce de su libertad y sus derechos.
Declara objetivos fundamentales de su acción:
1. En lo político
• Restablecer el Estado de Derecho mediante la vigencia plena de la Constitución
Nacional y el imperio de la justicia en un ambiente de real libertad y pura democracia.
• Consolidar la soberanía popular mediante la realización de elecciones generales en
todo el país en un plazo no mayor de 180 días, con plenas garantías para todos los
partidos políticos
en el proceso electoral y preelectoral, incluida la utilización con iguales derechos de
todos los medios de expresión y difusión.
• Prescindencia absoluta del gobierno en materia electoral y fiscalización de los
comicios por las Fuerzas Armadas.
• Libertad efectiva y absoluta de prensa para todos los sectores de la opinión.
• Amnistía general y derogación de todos los decretos y medidas discriminatorias
dictados por razones ideológicas o políticas.
• Libertad a todos los presos políticos y sometimiento a la justicia competente de los
que hubiesen cometido delitos comunes.
• Reincorporación de los empleados y obreros eliminados arbitrariamente por razones
ideológicas o políticas.
• Levantamiento de las interdicciones a personas y empresas e intervención de la
justicia en los casos de violación de las leyes en vigor.
• Rehabilitación de los partidos políticos privados de personaría y plena libertad para
la formación de nuevas fuerzas, dentro de las normas establecidas por la legislación
vigente.
2. En lo económico
• Revisión de las medidas de carácter económico y financiero que pudieran lesionar los
intereses nacionales.
• Revisión de las medidas económicas y financieras que afectan seriamente el
desarrollo de las actividades productivas.
• Plenas garantías para los capitales foráneos invertidos o a invertirse en actividades
útiles para la economía nacional, y levantamiento de las interdicciones a las empresas
afectadas.
• Restablecimiento de la plena ocupación y adopción de medidas para contener el alza
del costo de la vida.
3. En lo social
• Devolución del gobierno de los sindicatos a los trabajadores y elección por los
mismos de las autoridades de la Central Obrera en un plazo de 45 días.
• Libertad inmediata a todos los dirigentes y obreros detenidos por razones políticas o
gremiales.
• Renovación de los convenios de trabajo, de común acuerdo entre los trabajadores y
empresarios, mediante los procedimientos determinados por la legislación vigente al
20 de septiembre de 1955.
• Derogación de los decretos y medidas discriminatorias que impiden a miles de
obreros su participación en la vida de los organismos gremiales.
4. En el orden de las fuerzas armadas
• Reestructuración de las mismas con vistas a las necesidades de la defensa nacional.
• Reincorporación de jefes, oficiales y suboficiales que poseyendo valores
profesionales y morales hayan sido dados de baja o retirados por razones políticas o
ideológicas.
• Mantenimiento de los actuales cuadros con la única excepción que determinen los
tribunales y organismos competentes que establece la ley.
5. En el orden internacional
• Respeto y cumplimiento de todos los convenios, pactos y compromisos
internacionales concretados por el país dentro de las normas constitucionales y
legales.
• Suspensión de la ejecución de aquellos compromisos contraídos en violación de tales
normas, a fin de que oportunamente sean considerados por las autoridades
legalmente constituidas por los órganos y procedimientos que estatuye la Constitución
Nacional.
Sometiendo tales principios y comprometiendo ante el pueblo de la República el fiel y
estricto cumplimiento de los objetivos señalados, el Movimiento de Recuperación
Nacional toma las armas en defensa de la Patria, decidido a pacificar la Nación por el
camino de la verdadera libertad, en el respeto de la Constitución y la ley.
No hacemos cuestión de banderías porque luchamos por la Patria que es de todos.
No nos mueve el interés de ningún hombre ni de ningún partido.
Por ello, sin odios y sin rencores, sin deseos de venganza ni discriminaciones entre
hermanos, llamamos a la lucha a todos los argentinos que con limpieza de conducta y
pureza de intenciones, por encima de las diferencias circunstanciales de grupos o
partidos, quieren y defienden lo que no puede dejar de querer y defender un
argentino: la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Patria, en una nación socialmente
justa, económicamente libre y políticamente soberana.
¡Viva la Patria!
Movimiento de Recuperación Nacional
General de División Juan José Valle
General de División Raúl Tanco

martes, 9 de junio de 2009

UNA JOYITA: EVITA DEFINE A LA OPOSICIÓN


(Extraido de La Razón de mi Vida)

No Importa que ladren.Cada vez que ellos ladran nosotros triunfamos.Lo malo sería que nos aplaudiesen, en esto muchas veces se ve todavía que algunos de los nuestros conservan viejos prejuicios.Suelen decir por ejemplo: Hasta la oposición estuvo de acuerdo.No se dan cuenta de que aquí, en nuestro país decir oposición significa todavía decir oligarquía... y vale como si dijésemos enemigos del pueblo.Si ellos están de acuerdo, cuidado, con eso no debe estar de acuerdo el pueblo.Desearía que cada peronista se grabase este concepto en lo mas íntimo del alma, porque esto es fundamental para el movimiento.Nada de la oligarquía puede ser bueno.No digo que puede haber algún oligarca que haga alguna cosa buena...Es difícil que eso ocurra, pero si eso ocurriera creo que seria por equivocación, convendría avisarle que se esta haciendo peronista.Y conste que cuando de oligarquía me refiero a todos los que en 1946 se opusieron a Perón, conservadores, radicales, socialistas, comunistas.Todos por la Argentina del viejo régimen oligárquico, entregador vende patria.De ese pecado no se redimirán jamás.

lunes, 8 de junio de 2009

9 de junio: Gloria a los mártires del pueblo.

Carta del General Juan José Valle a Aramburu
"Dentro de pocas horas usted tendrá la satisfacción de haberme asesinado. Debo a mi patria la declaración fidedigna de los acontecimientos. Declaro que un grupo de marinos y militares, movidos por ustedes mismos, son los únicos responsables de lo acaecido. Para liquidar opositores les pareció digno inducirnos al levantamiento y sacrificarnos luego friamente. Nos faltó astucia o perversidad para adivinar la treta. Así se explica que nos esperaran en los cuarteles apuntándonos con las ametralladoras, que avanzaran los tanques de ustedes aun antes de estallar el movimiento, que capitanearan tropas de represión algunos oficiales comprometidos en nuestra revolución. Con fusilarme a mí, bastaba. Pero no, han querido escarmentar al pueblo, cobrarse la impopularidad confesada por el mismo Rojas, vengarse de los sabotajes, cubrir el fracaso de las investigaciones, desvirtuadas al día siguiente en solicitadas en los diarios y desahogar una vez más su odio al pueblo. De aquí está inconcebible y monstruosa ola de asesinatos.Entre mi suerte y la de ustedes, me quedo con la mía. Mi esposa y mi hija, a través de sus lágrimas verán en mí un idealista sacrificado por la causa del pueblo. Las mujeres de ustedes, ¡hasta ellas!, verán asomárseles por los ojos sus almas de asesinos.Y si les sonríen y los besan será para disimular el terror que les causan. Aunque vivan cien años, sus víctimas les seguirán a cualquier rincón del mundo donde pretendan esconderse. Vivirán ustedes, sus mujeres y sus hijos bajo el terror constante de ser asesinados. Porque ningún derecho ni natural ni divino, justificará jamás tantas ejecuciones. La palabra "monstruos" brota incontenida de cada argentino a cada paso que da.Conservo toda mi serenidad ante la muerte. Nuestro fracaso material es un gran triunfo moral. Nuestro levantamiento es una expresión más de la indignación incontenible de la inmensa mayoría del pueblo argentino esclavizado. Dirán de nuestro movimiento que era totalitario o comunista y que programábamos matanzas en masa. Mienten. Nuestra proclamada radial comenzó por exigir respecto a las instituciones y templos y personas. En las guarniciones tomadas no sacrificamos ni un solo hombre de ustedes. Y hubiéramos procedido con todo rigor contra quien atentara contra la vida de Rojas, Bengoa, de quien fuera. Porque no tenemos alma de verdugos. Sólo buscábamos la justicia y la libertad del 95 por ciento de los argentinos, amordazados, sin prensa, sin partido político, sin garantías constitucionales, sin derecho obrero, sin nada. No defendemos la causa de ningun hombre ni de ningún partido. Es asombroso que ustedes, los más beneficiados por el régimen depuesto y sus más fervorosos aduladores, hagan gala ahora de una crueldad como no hay memoria. Nosotros defendemos al pueblo, al que ustedes le están imponiendo el libertinaje de una minoría oligárquica, en pugna con la verdadera libertad de la mayoría y un liberalismo rancio y laico en contra de las tradiciones de nuestro pueblo. Todo el mundo sabe que la crueldad la dicta el odio, sólo el odio de clases o el miedo. Como tienen ustedes los días contados, para liberarse del propio terror, siembran terror. Pero inútilmente. Por ese método sólo han logrado hacerse aborrecer aquí y en el extranjero. Pero no taparán con mentiras la dramática realidad argentina por más que tengan toda la prensa del país alineada al servicio de ustedes.Como cristiano me presento ante Dios, quien murió ajusticiado, perdonando a mis asesinos, y, como argentino, derramo mi sangre por la causa del pueblo humilde, por la justicia y la libertad de todos, no sólo de minorías privilegiadas. Espero que el pueblo conocerá algún día esta carta y la proclama revolucionaria, en las que quedan nuestros ideales en forma intergiversable. Así nadie podrá ser embaucado por el cúmulo de mentiras contradictorias y ridículas con las que el gobierno trata de cohonestar esta ola de matanzas y lavarse las manos sucias en sangre. Ruego a Dios que mi sangre sirva para unir a los argentinos. Viva la Patria".
Juan José Valle

CARTA DE NORBERTO GALASSO

CARTA DE NORBERTO GALASSO:
"Estimado compatriota: el destino de la Patria está en sus manos"
"Estimado compatriota:Yo sé que a usted no lo van a engañar ni los diarios, ni la pantalla televisiva, ni las radios manejados por poderosos grupos económicos. Sé también que está informado que De Narváez gasta $ 867.000 por día en su campaña electoral y además, tengo la certeza de que a usted no le convencen “los versos” que pregona la mayoría de los políticos en declinación. (También usted advirtió seguramente que el abogado defensor de Narváez en el caso de la efedrina es Mariano Cúneo Libarona, quien casualmente es el penalista que defiende a Menem en los juicios por sus negociados). Cómo no lo va a saber si usted pertenece a la clase media de la ciudad de Buenos Aires que lee diarios y mira noticiosos televisivos.Le escribo estas líneas porque sé también que a usted le molestan algunas cosas del kirchnerismo, o muchas.Le confieso que también a mí me dejan insatisfecho algunos aspectos de esta gestión.Se lo repito, aunque estoy seguro que usted sabe bien quiénes son “los otros”: los peronistas Menem y Duhalde, los radicales que estuvieron con De La Rúa, el gran consorcio empresario de los Macri y el multimillonario que encubre las aspiraciones de Duhalde pues, como usted sabe, De Narváez no puede ser presidente porque no es argentino nativo. Y hasta algunos “videlistas” como la “procesista” Cecilia Pando, fervorosa representante de los represores y admiradora de Duhalde, es decir, de De Narváez.Usted los recuerda tan bien como yo, seguramente.Son los que quieren volver a la Corte Suprema en manos de jueces corruptos como en el 2000, a las humillaciones de la Argentina sometida a “relaciones carnales” con Estados Unidos como en 1998 y subordinada a los planes recesivos del Fondo Monetario Internacional, así como al incesante crecimiento de la Deuda Externa, con Cavallo y compañía.Usted se acuerda, ¿no es cierto? Seguro que sí: cómo subía todos los días el “riesgo país” y los intereses y el saqueo... Quieren volver a entregar a los financistas especuladores el manejo de los aportes jubilatorios de todos nosotros, volver a la libre importación que destruyó gran parte de nuestra industria y provocó la desocupación, de donde surgió la delincuencia y la inseguridad que todavía sufrimos.¡Cómo no se va a acordar!Usted, comerciante minorista que estaba la mayor parte del día con los brazos cruzados esperando clientes que no llegaban en aquella época desgraciada, usted, joven con inquietudes, que estuvo tentado de sumarse a las colas ante las embajadas de España e Italia, junto a tantos amigos que veían cerrados sus horizontes en nuestro país. Y usted, víctima de los negociados de Menem, que llegó a explotar un cuartel para que no se pudieran contar las armas que se habían vendido ilegalmente o estafado por De La Rúa, “el moralista” De La Rúa, que sobornó a los senadores para sancionar la ley de flexibilidad laboral. ¿Se acuerda de esa ley? ¿Se acuerda de los contratos basura? ¿Acaso olvidó que cuando la casa se incendiaba De La Rúa decía por T.V. que le preocupaba la posible extinción de la merluza?Todos esos son los responsables de aquella Argentina hundida en el fango, en la miseria y la corrupción... y de los cinco presidentes en una semana, ¿se acuerda? Y del “corralito” y “el corralón”, cuando tuvimos que salir a la calle, con las cacerolas, reclamando “que se vayan todos”.¡No me diga que no se acuerda!Búsquelos en las listas de la oposición.Algunos aparecen, otros están escondidos detrás de Narváez y de Michetti, mientras Menem y Duhalde ya se frotan las manos pensando que algunos confundidos van a votar a sus títeres y hasta los amigos de De la Rúa se preparan para rebajar, de nuevo, sueldos y jubilaciones, como en aquella época, cuando López Murphy proponía arreglar la situación económica rebajando a la mitad el presupuesto de educación y salud.¿No me diga que se olvidó? No puedo creerlo.Aquello no va más y usted lo sabe.No lo van a engañar con las pavadas de si Cristina cambia o no de cartera todos los días o si Kirchner vocifera en vez de persuadir.A ellos les molesta el gobierno por sus aciertos y no por sus errores, y prometen una Argentina venturosa, cuando tienen el proyecto de hacernos volver a los 90.Porque aquí, mi amigo, se están jugando cosas mucho más importantes que las chicanas que maneja la oposición, precisamente porque no puede desnudar públicamente su proyecto de regreso al pasado: que si el gobierno no hace reuniones de gabinete, que si Néstor influye sobre Cristina y otras “zonceras” en las cuales usted y yo no podemos detenernos cuando la cuestión central reside en cómo nos defendemos de la crisis mundial que va alejar de nuevo a los clientes de los comercios, que va a cerrar de nuevo los horizontes de los jóvenes si vuelven aquellos que fueron responsables de que la Argentina estallara en el 2001.Con algunas caritas nuevas -juveniles porque tienen tatuaje- ellos quieren tapar su proyecto nefasto: por eso no se sabe si son estatistas o no, si son fondomonetaristas o no, si son latinoamericanistas o no, ni siquiera si son democráticos o no, porque lo que son es el pasado, aquel que usted y yo vivimos, desde el 74 hasta el 2003, cuando ellos gobernaban a favor de los grandes consorcios, de los grandes bancos, destruyendo al país. Usted sabe, porque está informado, que desde el 2003 se ha bajado la desocupación y ha crecido el Producto Bruto como nunca en nuestra historia y que se vive mejor, aunque el conflicto con el campo desató inflación –más allá de que el INDEC intentase ocultarla- pero que ahora está más o menos controlada.Usted sabe también, porque no es zonzo, que la Sociedad Rural no salió jamás, en toda su historia, ni tampoco ahora, a defender la democracia y el bienestar del pueblo, sino a proteger sus vacas y sus reproductores que valen millones, así como sus cuentas bancarias en el país y en el extranjero, que se trata de un reducido grupo de grandes terratenientes y sojeros a quienes sólo les interesa exportar y cuanto menos coman los argentinos, mejor, porque hay más mercadería para vender afuera, mientras tienen a los peones “en negro” y de pata al suelo. .Yo sé que usted entiende todo esto, pero le doy esta alerta porque, después, los males los pagamos todos. Y también le advierto que no conviene jugar al divisionismo, votando a una supuesta izquierda sin chance alguna, la cual -restándole votos al gobierno- beneficia a esa derecha reaccionaria que gobernó casi siempre en la Argentina.Usted sabe bien que tenemos que terminar con la necedad de La Rúa y la viveza de Menem y Duhalde. Y también sabe que todos queremos un país mejor para nuestros hijos y nuestros nietos, pero los que destruyeron lo que íbamos construyendo, vienen ahora con “el verso” de un mundo mejor cuando siempre fueron la expresión de un mundo peor.No nos mejorarán, por el contrario, nos destruirán otra vez.Este gobierno, con sus limitaciones, y desaciertos, abre sin embargo un camino.Apóyelo por su aciertos, sin por eso dejar de criticar sus errores, y empújelo hacia las transformaciones necesarias que urgen en nuestra Argentina. Hay lo que hay, estimado amigo, y de todo lo que hay, no vote por el pasado.Yo sé que usted no va a jugar con fuego: porque ya otras veces ha sucedido que por creer que se vota lo mejor, se destruye lo que es más o menos bueno y volvemos a lo que es decididamente muy malo.En sus manos está el destino de la Argentina. Estoy seguro que lo comprende.Sería catastrófico que si se equivocan muchos, en el futuro tengamos que llorar juntos.
Norberto Galasso, junio2009
Corriente Política “Enrique Santos Discépolo”

miércoles, 3 de junio de 2009

NOSOTROS NO DUDAMOS


Mientras las madres y abuelas de Plaza de Mayo estén junto al gobierno, no tengo dudas.
Mientras sigan apareciendo sus nietos apropiados, no tengo dudas.
Mientras haya quienes sigan vivando a los represores, no tengo dudas.
Mientras los gobiernos de Latinoamérica estén cada día más ligados a la Argentina, no tengo dudas.
Mientras el FMI esté allá pero no aquí, no tengo dudas.
Mientras la Mesa de Enlace se sonría victoriosa rodeada de porotos de oro, y los gurúes de la City auguren inminentes cataclismos, no tengo dudas.
Mientras haya aquí patriotas aterrados porque una empresa multinacional argentina es estatizada en Venezuela, y esos mismos patriotas ni siquiera se inquietaron cuando fue privatizada toda la Argentina, no tengo dudas.
Mientras no haya medidas de ajuste ni retrocesos en las conquistas de los trabajadores, no tengo dudas.
Mientras Cristina no dé ni un paso atrás, no tengo dudas.

lunes, 1 de junio de 2009

PENSAMIENTO NACIONAL

Agradecemos el material enviado por el Investigador Lic. Aritz Recalde, Secretario Académico de la Cátedra Libre del Pensamiento Nacional de la Universidad Nacional de La Plata.
CUADERNOS DE TRABAJO DEL CENTRO DE ESTUDIOS HERNÁNDEZ ARREGUI
CUADERNO N° 1: ¿QUÉ ES EL PENSAMIENTO NACIONAL?
Aritz Recalde
“El dilema es de hierro. Ya se ha dicho. O nación o factoría.” Juan José Hernández Arregui[1]I- PENSAMIENTO NACIONAL
El término “pensamiento” se vincula a la acción de “pensar”, definida como aquella actividad intelectual que intenta alcanzar la resolución de un problema. Siempre que nos refiramos a “pensamiento” o a “pensadores”, estaremos describiendo una actividad humana cuyo sustrato primordial se vincula estrechamente a la capacidad de dar respuesta a determinados interrogantes que nos presenta el medio histórico, social, político y cultural en determinado período histórico. Asimismo, hablamos de Pensamiento Nacional y no de Pensamiento Argentino, ya que el primero no implica únicamente un tipo de inscripción geográfica respecto a la producción intelectual, sino que además involucra un posicionamiento específico del intelectual y/o pensador en función del debate en torno al “problema nacional”. El Pensamiento Nacional aborda, desde diferentes perspectivas y ámbitos de acción, el debate sobre la nación cuya condición intrínseca implica problematizar y poner en cuestión, cuál es el camino más adecuado para alcanzar el desarrollo del país en el contexto de la división internacional del trabajo mundial.El pensador brasileño Helio Jaguaribe, al referirse al término nación sostiene que dicho concepto incluye dos dimensiones básicas. Hay cuestiones objetivas que definen a una nación, como pueden ser las condiciones históricas, geográficas, culturales y sociales. El proceso de formación de una nación sólo se logra cuando existen vínculos de “Unidad de raza, de cultura y de territorio”.[2] Sobre el particular, el autor establece que: “El elemento cultural, comprendido en determinada época la cosmovisión básica de un pueblo, su lengua y demás medios de significación y comunicación, como el arte y el estilo, sus instituciones y su tecnología, es el principal factor de aglutinación nacional.” (Jaguaribe, 11). Jaguaribe sostiene que la nación no se consolida si dichas condiciones objetivas no son acompañadas de condiciones subjetivas, ya que: “Estas (las naciones) sólo se constituyen como tales cuando surge el proyecto político que aspira a fundarlas y mantenerlas. Las solidaridades objetivas son tópicas, por definición, y no implican el proyecto de su preservación. Es el proyecto de vida nacional lo que da a la nación su continuidad en el tiempo y su fisonomía propia, como sujeto e instrumento de acción política.” (Jaguaribe, 12). Estas condiciones objetivas son organizadas y promovidas a través de un proyecto político que surge como reflejo defensivo del pueblo, que por intermedio de su práctica cotidiana e histórica, intenta modificar la estructura subdesarrollada e inconclusa de un país determinado. El proyecto nacional en palabras de Jaguaribe: “Es suscitado por la necesidad sentida de una comunidad de construir y mantener en funcionamiento un mecanismo jurídico político que imprima efectos prácticos a su unidad social, cultural y geográfica.” La inexistencia de una nación en un país, lo conduce al subdesarrollo permanente y a la reproducción de la dependencia estructural que contempla la condena social de sus mayorías sociales. El debate sobre la nación tal como aclara Jaguaribe, se distancia de una interpretación meramente simbólica, folclórica, literaria o de biografía personal de algún dirigente y por el contrario, adquiere una dimensión material y estructural concreta que implica la posibilidad o la negación respecto a la existencia de nuestros países y sus comunidades ya que: “El nacionalismo, como se vio, no es imposición de nuestras particularidades, ni simple expresión de características nacionales. Es por el contrario, un medio para alcanzar un fin: el desarrollo” (Jaguaribe, 39). Cuando un grupo o conjunto social se organiza políticamente e intenta consolidar la nación, se habla de la existencia del “nacionalismo”. Dicho término, incluye la planificación del Proyecto Nacional que implica una respuesta teórica y conceptual a las demandas y a los anhelos de las organizaciones libres del pueblo. Asimismo, el nacionalismo involucra una práctica y una acción concreta de ejecución del Programa Nacional, experiencia sin la cual la comunidad no se realiza. Proyecto Nacional y práctica política, son los dos pilares sin los cuales no se consuma la nación y consecuentemente, el conjunto de actores que habitan su territorio. En esta misma línea argumentativa Juan José Hernández Arregui sostendrá que: “La conciencia nacional es la lucha del pueblo argentino por su liberación”.En las naciones del Tercer Mundo el Pensamiento Nacional discute el fenómeno de la Dependencia, que es una condición económica, social, política y cultural estructural de nuestros países que impide la consumación de la nacionalidad y obstaculiza cualquier tipo de desarrollo independiente y sustentable en nuestros Estados. Por el contrario, el pensamiento y la producción intelectual cuya función es planificar, implementar y justificar el programa de la dependencia, es denominado como Pensamiento antinacional, colonial o neocolonial. En tanto nuestros países y sus Estados a lo largo de su historia posterior a la Independencia no alcanzaron la independencia plena, no hay Pensamiento Nacional en el sur de la tierra que no discuta de una u otra manera, el fenómeno de la dependencia al que haremos referencia a continuación. II- ¿QUÉ ES LA DEPENDENCIA?Como punto de partida debemos decir que el fenómeno de la Dependencia es una relación asimétrica entre naciones en el ámbito internacional, que implica a su vez, una función particular de vinculación entre las clases y grupos sociales dentro de los países subsidiarios de las naciones centrales. En el teatro de la división internacional del trabajo se expresa, principalmente, en los siguientes aspectos:1-DEPENDENCIA POLÍTICA: esta condición implica que las principales definiciones y acciones de política interna y externa se enajenan del Estado y se transfieren a las metrópolis, también denominadas como países centrales o imperialistas. Sus representantes articulan su influencia a través de una conjunción de instituciones centradas en el “triangulo de poder” del Estado, las corporaciones económicas y los organismos trasnacionales. La dependencia implica una relación asimétrica entre naciones en la toma de decisiones en los siguientes espacios:A- El ámbito Internacional: tanto en el plano de la acción militar mundial[3] o en los espacios de planeamiento de la economía mundial[4], las decisiones principales de las políticas y las acciones a ejecutar, tiene a las potencias imperialistas con una potestad y una facultad de decisión claramente superior y asimétrica en relación al Tercer Mundo. Con estos poderes, las potencias y sus organismos mantienen al mundo en estado de guerra permanente definiendo qué es el mal, el bien, la civilización, la barbarie o el terrorismo y declarando y entablando a partir de aquí, enfrentamientos permanentes sobre los pueblos y comunidades. Europa y Norteamérica, implementaron históricamente programas políticos a nivel planetario que determinaron el derecho a matar al habitante del Tercer Mundo: las teorías de la lucha contra el comunismo o la Guerra contra el Mal, tuvieron su correlato en las atrocidades del Plan Cóndor o en las “Guerras Preventivas”. De manera similar a la mencionada guerra mundial permanente, las corporaciones económicas de las potencias son amparadas por los gobiernos y los organismos trasnacionales, que blanquean la explotación del Tercer Mundo por parte de las metrópolis que lo esclavizan como mano de obra barata y como mercado consumidor de sus excedentes.B- El ámbito nacional: los imperios operan enajenando las decisiones internas en el plano militar, armando, educando o desarmando a las Fuerzas Armadas de las periferias que no tienen derecho a la defensa propia o a la guerra ante las agresiones externas, cuestión que involucraría solamente a las metrópolis; en el ámbito económico deciden las políticas, establecen los planes de acción de las Cancillerías y las Embajadas y formulan, enfrentan o desvirtúan, los programas de política cultural.2- DEPENDENCIA ECONÓMICA: esta condición dependiente se define como un proceso permanente de transferencia de recursos materiales y humanos desde los países periféricos hacia las potencias metropolitanas. La dependencia económica genera en los países atrasados un estado de inestabilidad permanente que implica la imposibilidad estructural de desarrollo sustentable. Dicho factor reproduce una tendencia histórica a generar y a perpetuar un proceso de:I. Conservación de un tipo de estructura económica asentada en la explotación de los recursos naturales que opera no como un complemento, sino como un obstáculo respecto al desarrollo industrial.II. Concentración de recursos que estructuran mercados oligopólicos. Dicha concentración reúne en pocas manos las empresas y la riqueza del país (concentración económica) y determina un espacio territorial fragmentado en polos de riqueza y de pobreza extrema que atan el modelo de desarrollo interno a los intereses externos (concentración geográfica).III. Extranjerización de los recursos:a- Financieros: Bancos, jubilaciones o destino de impuestos y ahorro (deuda externa); b- Naturales: explotación, tenencia y comercio;c- Servicios Públicos: transporte marítimo, aéreo, terrestre; energía: electricidad, agua o gas;d- Comunicaciones: radio, TV o Telefonía;3- DEPENDENCIA SOCIAL: este fenómeno determina la posibilidad de coexistencia entre la abundancia de recursos económicos y las carencias crónicas de las mayorías populares que no alcanzan a cubrir las necesidades sociales mínimas. La dependencia social implica la inestabilidad permanente de las condiciones de vida del Tercer Mundo, que son directamente vulnerables a las crisis mundiales. En épocas de abundancia no se distribuye la riqueza y en períodos de crisis se promueve ajustes catastróficos para la vida de los pueblos del sur. Dicha condición se expresa, principalmente, en:I. La polarización en el acceso y en la tenencia de los recursos entre los extremos sociales reflejada en la existencia de sociedades fragmentadas social, geográfica y culturalmente. En estos países se genera la imposibilidad estructural de ascenso social;II. Altos índices de pobreza e indigencia o de Necesidades Básicas Insatisfechas (viviendas, cloacas, asfalto, etc.)III. Juventud como sujeto de la crisis: la mortalidad, la desnutrición y el desempleo atacan, principalmente, a los sectores juveniles y a la infancia, condenando a varias generaciones a sufrir severas limitaciones intelectuales y motrices.IV. Diferencias en el acceso a la cultura, el deporte y la recreación: se observan bajas tasas de alfabetismo y elevadas de analfabetismo. Se produce una privatización del espacio público que impide el acceso al deporte a los sectores de bajos recursos. Se establece una crisis permanente y estructural del sistema público educativo, promoviendo el sistema privado y la estratificación de la educación y la cultura: un sistema para ricos y otro para pobres.V. Propagación de enfermedades prevenibles, un alto índice de mortalidad y una baja esperanza de vida;4- DEPENDENCIA CULTURAL: Abelardo Ramos en Crisis y resurrección de la Literatura Argentina[5] establece que a la estructura material de un país dependiente se le corresponde una superestructura cultural destinada a impedir el conocimiento de su situación tributaria. Dicha superestructura se organiza a partir de un conjunto de instituciones y prácticas planificadas y desarrolladas por intermedio de las potencias imperialistas y sus operadores internos, las oligarquías nativas. Asimismo, Arturo Jauretche en Los profetas del odio y la yapa[6], continuando la interpretación de Ramos introduce el concepto de “Aparato de la Colonización Pedagógica” para definir la forma en que se organiza y desenvuelve la dependencia cultural en las semicolonias. La idea de “Aparato” nos permite identificar la existencia de un conjunto de instituciones articuladas y planificadas con la misma meta de producir y reproducir la condición colonial del país. La noción de “colonización”, permite visualizar a la cultura como un espacio político cuya función se relaciona directamente al mantenimiento de la dependencia del país. La idea de “pedagogía” permite comprender que dicho proceso involucra una función educativa de largo alcance, que es ejercida por intermedio del “Aparato” con la finalidad de “colonizar”. A partir de estas nociones, podemos reconocer que el proceso de socialización implica la discusión y el análisis de las funciones del Aparato de la Colonización relacionadas a la educación de los pueblos:A- Educación Primaria: Jauretche demuestra que como producto de la dependencia cultural se promueve la separación entre la escuela y la vida en una tarea constante de desculturalización y escisión entre el niño y su medio social e histórico. Desde la organización curricular misma se favorece la asimilación y repetición, desvirtuada, de los patrones de conducta europeos o norteamericanos. Este proceso es acompañado por la asimilación de la Historia Oficial que siguiendo a Jauretche, trueca en forma de una Política de la Historia.[7]B- Educación Secundaria: en el país y como producto de la dependencia cultural, al momento de determinar y transmitir las habilidades para el trabajo, se promueven aquellas competencias relacionadas con la administración de servicios y con el modelo agroexportador. La dependencia cultural destruye el espacio público y obliga a la juventud a reproducir modelos de vida y modos de ver ligados al consumo de la industria cultural extranjera.C- Educación Terciaria y/o Universitaria: la Educación Superior en general y la Universidad y los ámbitos de producción científica en particular, son planificados y desvirtuados en relación a los intereses nacionales y de sus mayorías sociales, por la acción y la ingerencia de las metrópolis y sus corporaciones. Oscar Varsavsky lo estableció con extrema claridad cuando al referirse a la ciencia sostuvo que: “En pocos campos es nuestra dependencia cultural más notable que en éste, y menos percibida.”[8] Amílcar Herrera en el volumen Ciencia y política en América Latina [9] analiza el fenómeno de la dependencia científico técnica de nuestro país y del Continente, remarcando la relación que se entabla con los intereses de los imperios. El autor identifica las siguientes características generales de la dependencia cultural en dichos ámbitos:a. División internacional de procesos productivos y científicos: el Tercer Mundo desarrolla tareas en áreas de escasa inversión tecnológica e importa los productos científicos y técnicos de las metrópolis;b. Las corporaciones trasnacionales imponen pautas de consumo desvirtuando las producciones científicas en relación a las necesidades de desarrollo de sus países de origen. A su vez, aplacan los desarrollos científicos del país al importar tecnología extranjera en sus empresas;c. La producción científica no está determinada por intereses propios del país: no existe una planificación adecuada entre la producción de ciencia y los objetivos nacionales en el mediano y largo plazo. Sin desarrollo industrial y con una economía atrasada, difícilmente exista una demanda científica ya que tal cual lo establece Amílcar Herrera: “Una política científica efectiva no es la generadora de un esfuerzo conciente y profundo de desarrollo, sino una de sus consecuencias.”d. La inversión pública es baja en relación a la desarrollada en las metrópolis;e- El sector privado invierte escasos recursos en investigación y desarrollo científico más allá de que desarrolle soluciones específicas a algunas demandas de sus empresas;f. Existe una baja proporción de investigación aplicada en relación a las ciencias sociales, humanas y básicas que ocupan gran parte de las matrículas del ingreso y el egreso de las Universidades Nacionales;g. El Primer Mundo exporta materias industriales, importa recursos humanos capacitados por el extranjero, se apropia de las patentes científicas y deporta a los trabajadores y científicos sudamericanos en períodos de crisis o estancamiento;h. El proceso de desarrollo del Primer Mundo demanda y presiona sobre la ciencia: el atraso del Tercer Mundo es su opuesto e implica la escasa demanda de producción científica por parte del aparato productivo;D- Educación Global:a- Literatura y arte: el Aparato de la Colonización Pedagógica involucra diversos ámbitos de la vida cultural del país y en especial, se relaciona a los espacios de producción de conocimiento y formas artísticas de los sectores medios y altos. Jauretche para definir el tipo de intelectual dependiente se refiere a “inteligentzia”, término que toma distancia respecto al de “inteligencia” nacional. Sobre el particular, el autor resalta la condición colonial de las clases medias que se expresa en sus gustos y sus formas de producción de literatura, música y demás manifestaciones artísticas, caracterizadas por asimilar los valores de las metrópolis negando la existencia de la producción, los valores y las prácticas locales. La cultura del país es vista de manera peyorativa por la inteligentzia, que intenta reproducir los esquemas importados de pensamiento, suponiendo que con ello ingresa a la distribución de las riquezas de las empresas trasnacionales.b- Medios de comunicación: los medios gráficos, audiovisuales o las nuevas tecnologías, están en manos de las corporaciones trasnacionales o sus aliados internos de la imnteligentzia. La prensa en América Latina está profundamente concentrada, presenta un fuerte componente extranjero y cumple una función, históricamente demostrable, antinacional: apoya las empresas de las metrópolis y enfrenta a los gobiernos democráticos, industrialistas y populares, sin excepción alguna.c- Conjunto de las organizaciones libres del pueblo: tanto la Iglesia, las Fuerzas Armadas, las Cámaras Empresarias, los Gremios, los Clubes, Partidos u ONG, son ámbitos en los cuales se estructura o se combate, la Colonización Pedagógica y la producción de la cultura nacional.III- ASPECTOS CARACTERÍSTICOS DEL PENSAMIENTO NACIONAL“El pensamiento nacional es el reflejo de esa actividad política de las masas, de esa agitación viva del país subterráneo y el pueblo lo crea, o mejor, lo estimula. A su vez, ese ideario nacional les es devuelto a las masas políticas, en tanto nacionalismo revolucionario, por los grupos intelectuales nacionales que han sistematizado, o tienden a ello, tales exigencias colectivas dándoles forma de programa político. De ahí la rapidez con que la cultura institucionalizada se agrieta al chocar con la reacción anticolonialista de las masas y el pensamiento nacional que la acompaña. Las masas fundan el pensamiento nacionalista que, a su vez, se convierte en teoría y práctica de la Revolución Nacional”.Juan José Hernández Arregui[10]A- El Pensamiento Nacional y la política: Gunnar Olsson[11] esboza una definición de Pensamiento Nacional cuya producción intelectual implica:1- Una afirmación de la existencia del pueblo argentino que lucha por su liberación: esta acción se expresa en una “conciencia nacional” de las organizaciones libres del pueblo que se desenvuelve a través de una cultura propia y de una concepción de la acción política que guía su práctica y que el Pensador Nacional reconstruye y difunde;2-”La política como forma práctica de vida de el sujeto”: el Pensador Nacional desarrolla su producción con el objetivo conciente de apoyar la organización del pueblo que busca emanciparse como comunidad nacional;3. La producción científica e intelectual se desenvuelve como etapa distintiva respecto al desarrollo de la conciencia nacional articulando su acción con el conjunto de las organizaciones libres del pueblo. Sobre el particular Gunnar Olsson sostiene que: “La ciencia devendrá real, objetiva, en la medida que tenga la capacidad de integrarse a la vida del sujeto histórico, a la política del pueblo”;4. El concepto de “autodeterminación nacional”, central en las producciones del Pensamiento Nacional devendrá real en la medida que sea apropiado por el pueblo como autorrealización de su proyecto histórico.Como puede observarse, Gunar Olsson establece que el debate sobre la dimensión política y organizativa del pueblo, es un rasgo central del Pensamiento Nacional.B- El Pensamiento Nacional y sus alcances conceptuales. Germán Ibáñez[12] sostiene que el Pensamiento Nacional se caracteriza por la capacidad de los intelectuales y hombres de la cultura de “vernos desde nosotros”, tomando distancia de los modelos teóricos y políticos que reproducen el eurocentrismo o la norteamericanización de nuestra cultura. El Pensamiento Nacional se modifica en cada momento y lugar y más allá de las continuidades entre pensadores y épocas, es innegable que da cuenta del acontecer de los procesos históricos en su propio desenvolvimiento. Ibáñez recata una categoría diseñada por Alcira Argumedo[13] denominada “Matriz de Pensamiento”, que establece que el Pensamiento Nacional no es resultado meramente de la producción universitaria o de las clases ilustradas, sino que por el contrario, encuentra elaboraciones en expresiones artísticas, políticas o culturales de personas, grupos, líderes y/o dirigentes populares, que en muchos casos es expresada a través de una práctica o acción que no tiene su connotación en libros o producciones académicas. Dicho punto de partida nos permite reconocer matrices de pensamiento en la acción de muchos dirigentes, hombres y procesos que van estructurando los cimientos del Pensamiento Nacional. Ibáñez identifica lo que él llama cinco “Claves del Pensamiento Nacional Latinoamericano” y establece que dicho tipo de producción cultural se caracteriza por su recurrencia y énfasis en los planteos y debates sobre:- la autodeterminación nacional;- las discusiones acerca de la conquista de la “Soberanía Popular”;- temas relacionados al respeto de las identidades y de la diversidad cultural;- los debates vinculados a la búsqueda de la justicia social;- la discusión en torno de las diferentes formas que existen para organizar la economía, contemplando su condición pública o social.El autor, entonces, localiza en las producciones del Pensamiento Nacional muchos puntos de encuentro y de continuidad con la producción de Latinoamérica en su conjunto. Las realizaciones de Pensamiento Nacional en el país o en el continente y desde diferentes perspectivas, disciplinas, actores y prácticas, reproducen en su desenvolvimiento el tratamiento de alguna de estas cinco claves. C- El Pensamiento Nacional: un intento de periodizaciónCon la finalidad de catalogar las diversas expresiones del Pensamiento Nacional se pueden atender diferentes criterios. Un resumen podría contemplar los siguientes ordenamientos y esquemas de abordaje:1- Aspectos cronológicos: ordenar la elaboración de Pensamiento Nacional atendiendo períodos y años de producción y edición de las producciones.2- Procesos políticos y sus manifestaciones intelectuales: puede identificarse la producción de pensamiento y su relación concreta con proyectos sociales y políticos específicos. Partiendo desde aquí, es posible catalogar a los pensadores, en función de su adhesión a escuelas de pensamiento en función de producciones ligadas, por ejemplo, al artiguismo, el rosismo, el yrigoyenismo y/o al peronismo.3- Tipo de origen: esta categoría vincula al pensador con la disciplina o práctica de la que proviene. Por ejemplo, y de manera ilustrativa y sintética, podríamos mencionar las siguientes:a- Pensamiento proveniente del ámbito de las letras, la música o la pintura: José Hernández, Ricardo Carpani;b- Pensamiento científico-universitario:- Filosofía: Juan José Hernández Arregui, Guillermo Gutiérrez,- Epistemología o debate sobre la ciencia: Amílcar Herrera, Ricardo Guardo, Oscar Varsavsky;- Historia: Rodolfo Puiggrós, José María Rosa;c- Pensamiento vinculado a las Fuerzas Armadas: Manuel Savio, Enrique Gugliarmeli, Enrique Mosconi;d- Pensamiento producido en relación a los debates de la Iglesia: Padre Benítez, Conrado Eggers Lan;e- Pensamiento social y político no académico: Scalabrini Ortiz, Arturo Jauretche, John William Cooke.f- Pensamiento ligado a los Medios de Comunicación y la prensa: Rodolfo Walsh, Rogelio García Lupo.4- Corriente ideológica a la que se vincula: dicha categoría permite catalogar al Pensador en relación a la ideología, la doctrina o con la corriente intelectual que profesa. Un resumen podría dejarnos como resultado la existencia de Pensadores Nacionales ligados al:a- Nacionalismo de Derecha: Julio Irazusta;b- Nacionalismo de Izquierda: FORJA, Rogelio García Lupo, Arturo Jauretche, John William Cooke durante las décadas de 1940-1950;c- Pensamiento vinculado a la Doctrina Social de la Iglesia y similares: Guillermo Gutiérrez, Arturo Sampay, Amelia Podetti;d- Pensamiento Marxista Nacional de orientación Trotskista: Abelardo Ramos, Norberto Galasso;e- Pensamiento Marxista de orientación Peronista: Juan José Hernández Arregui, John William Cooke, Rodolfo Ortega Peña;f- Pensamiento Marxista de orientación no peronista: Ismael Viñas, Silvio Frondizi;g- Nacionalismo ligado al Revisionismo:- Rosista: Fermín Chávez, José María Rosa, Ernesto Palacio;- Federal: Juan José Hernández Arregui, Norberto Galasso.Juan José Hernández Arregui introduce el concepto de “conciencia nacional” que plantea que la construcción de la identidad de un país es un proceso que conjuga y articula a través de la historia, tradiciones intelectuales disímiles e incluso, en el caso del nacionalismo de derecha -al cual reconoce importantes aportes en su denuncia al imperialismo-, claramente contradictorias entre sí. Es por eso que Arregui establece que: “En el proceso formativo de la conciencia nacional, cada grupo ideológico, aunque sus militantes, por los intereses de clase que representan, lo ignoran, está relacionado con los demás. (…) Es secundario aunque importante, que al enfrentar al imperialismo, la conciencia nacional apele, según los grupos, a supuestos históricos y culturales disímiles, pues lo que interesa es que al borde de las escorias espirituales de la derecha y la izquierda, crezca la conciencia histórica frente al opresor extranjero.[14] A modo de conclusión de este 1º Cuaderno de Trabajo del C.E.H.A., sólo resta mencionar que todos y cada uno de los aspectos y categorías tratadas aquí, deben ser relacionadas y adecuadas al contexto específico de cada momento histórico. Son esquemas para pensar la realidad y no viceversa, y es por eso que las presentamos como guías para reflexionar sobre el Pensamiento Nacional y no para agotar el debate o las contribuciones que otras miradas puedan otorgar. Hecha está aclaración, es oportuno poner especial énfasis en una cuestión central: no hay Pensamiento Nacional que no discuta, a su manera y desde su espacio específico, el problema de la dependencia. Asimismo, es innegable que el Pensamiento Nacional se vincula directamente con la política proveniente de las organizaciones libres del pueblo de donde nace y hacia donde se conduce en el proceso de formación y ascenso de la Conciencia Nacional. Además, queremos resaltar que muchos de los debates del Pensamiento Nacional se corresponden a las cinco claves diseñadas por Ibáñez y comentadas por nosotros aquí. Sobre este esquema general, debemos recordar que la reflexión sobre la producción de nuestros pensadores nacionales, debe articularse con el momento histórico en donde se escribe o se reflexiona, con los procesos políticos y las clases sociales con las que se vincula el pensador, sea a su favor o en su contra, y además, respecto a la inscripción disciplinar que guía su producción intelectual y respecto a la corriente ideológica en la que se encuentra inscripto.
BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA
Argumedo, Alcira (2004) Los silencios y las Voces en América Latina. Notas sobre el pensamiento nacional y popular, Ediciones del Pensamiento Nacional, Buenos Aires, 2004.
Gutiérrez, Guillermo (1973), Ciencia, Cultura y Dependencia, Guadalupe, Colección Dependencia, Buenos Aires, 1973.
Hernández Arregui Juan José (2005), La Formación de la conciencia nacional, Ed. Peña Lillo, Buenos Aires(2004), Nacionalismo y Liberación, Ed. Peña Lillo.Herrera, Amilcar (1974). Ciencia y política en América Latina, Siglo XXI, México.
Jaguaribe, Helio (1961). Burguesía y proletariado en el nacionalismo brasileño, Coyoacán, Buenos Aires.Jauretche, Arturo (2004). Los Profetas del Odio y la Yapa, Corregidor, Buenos Aires.(1970). Política Nacional y Revisionismo Histórico, Peña Lillo, Buenos Aires.Olsson, Gunnar, “Notas sobre el Pensamiento Nacional”, en Antropología 3er. Mundo, Buenos Aires, Número especial / 5, año 2.
Varsavsky, Oscar (1974). Ciencia Política y cientificismo, Centro Editor de América Latina.

[1] Hernández Arregui, Juan José (2005), La Formación de la conciencia nación, Peña Lillo, Buenos Aires.
[2] Jaguaribe, Helio (1961), Burguesía y proletariado en el nacionalismo brasileño, Coyoacán, Buenos Aires 1961, p. 11.
[3] OTAN o Consejo de Seguridad de la ONU.
[4] Financieros como el FMI, el BM o el BID o Comerciales, como por ejemplo la Organización Mundial de Comercio.
[5] Ramos, Jorge Abelardo (1954), Crisis y resurrección de la literatura argentina, Indoamérica, Buenos Aires.
[6] Jauretche, Arturo (2004). Los Profetas del Odio y la Yapa, Corregidor, Buenos Aires.
[7] Jauretche, Arturo (1970), Política Nacional y Revisionismo Histórico, Peña Lillo, Buenos Aires.
[8] Oscar Varsavsky (1974), Ciencia, política y cientificismo, Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, p. 13.
[9] Herrera, Amílcar (1974), Ciencia y política en América Latina, Siglo XXI, México.
[10] Hernández Arregui (2004) p 72.
[11] Olsson, Gunnar (1969), “Notas sobre el Pensamiento Nacional”, en Antropología 3er. Mundo, Buenos Aires, Número especial / 5, Año 2.
[12]Ibáñez, Germán (2005), “Las claves del Pensamiento Nacional Latinoamericano”, Revista Desafíos, N° 3, diciembre.
[13] Argumedo, Alcira (2004), Los silencios y las Voces en América Latina. Notas sobre el pensamiento nacional y popular, Ediciones del Pensamiento Nacional, Buenos Aires.
[14] Hernández Arregui (2005), pp. 339-341.