viernes, 31 de julio de 2009

NUESTRO HOMENAJE AL COMPAÑERO RODOLFO ORTEGA PEÑA






Ortega Peña, el diputado rebelde.


Por Luis Bruschtein




La imagen de la fotografía es siempre la de un hombre con la inteligencia despierta, una inteligencia cazadora, acechante de nuevas realidades y situaciones, para absorberlas, digerirlas y domarlas con una respuesta que le diera la capacidad de transformarlas. La calva reluciente y prematura, los anteojos de armazón gruesa y una barba candado, saco y corbata de abogado y a veces un cigarrillo que le quema los dedos. Es la imagen de Rodolfo Ortega Peña, sus últimas fotografías, abogado, diputado, 38 años. Hace 30 años, la Triple A del ministro José López Rega lo fusiló con ocho balazos en la cabeza, uno en el brazo y varios más en el cuerpo. Para muchos será injustamente recordado por esa imagen que quedó en los archivos y por haber sido la primera víctima de la Alianza Anticomunista Argentina (AAA) que comenzaba a operar abiertamente un mes después de la muerte de Perón. La ráfaga de ametralladora que lo abatió en Carlos Pellegrini y Arenales, a las cuatro de la tarde del 31 de julio de 1974, imponía su propia lógica también para el recuerdo. Y abría la puerta a la espiral de crímenes y atentados que empujaba indefectiblemente hacia el golpe militar del 24 de marzo de 1976. Injustamente para el recuerdo porque esa forma de morir no estaba en su elección de vida, aunque todas sus elecciones en esa época podían llevar a ese final. Ortega Peña, el diputado del bloque unipersonal De Base, había sido amenazado varias veces, estaba en una lista que había hecho pública la Triple A, que a partir de ese primer asesinato se fue cumpliendo inexorablemente. La muerte de Perón había desequilibrado el juego político, había creado un vacío que sería ocupado ahora por una atropellada de los peores grupos enquistados en el esquema de poder que dejaba. Y para los que Ortega Peña era un blanco estratégico, por eso lo eligieron para empezar la lista. Sin integrar en forma orgánica ninguna de las organizaciones armadas o no del peronismo revolucionario e incluso de la izquierda, Ortega Peña era respetado por todas. En muchos casos, había sido defensor de algunos de sus dirigentes, con todas había polemizado, había planteado acuerdos y diferencias en un momento en el que esa actitud despertaba la irritación de organizaciones más acostumbradas a que el compromiso ideológico tuviera su correlato en una adscripción vertical y menos discutidora. La historia de su vida es coherente con esa imagen que quedó en los archivos, el hombre de mirada lúcida que reflejaba una inteligencia innovadora con la capacidad de ver más allá de los discursos instalados incluso en la izquierda. En los años ‘60 había sido asesor legal de los sindicatos más poderosos, entre ellos la UOM, había hecho una reivindicación de los caudillos montoneros en la historia y en 1964 había publicado Felipe Vallese, proceso al sistema, una durísima denuncia por el asesinato del militante peronista a manos de la policía. No era un bagaje tradicional para el pensamiento de una izquierda que más bien era refractaria al peronismo y al revisionismo histórico en los que, así combinados, creía ver reflejos amenazantes de fascismo. Una época en la que esa visión de la izquierda determinaba que los primeros grupos del peronismo revolucionario encontraran más afinidad con las corrientes nacionalistas. Sin embargo, la nueva visión del peronismo y de la historia serían vertientes importantes del pensamiento de la nueva izquierda que crecería desde el ‘66 en adelante y en especial durante los años ‘70. El actual secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, que fue socio profesional y amigo de Ortega Peña lo recuerda en sus épocas de estudiante: "Recibido de abogado a los 20 años, haciendo al mismo tiempo la carrera de filosofía, estudiando luego ciencias económicas; polemizando con Julián Marías sobre la ontología de Unamuno; con Carlos Cossio sobre la teoría ontológica del derecho, con Tulio Halperín Donghi sobre la significación del Facundo; con Marechal y Sabato sobre la estructura de la novela; con Córdova Iturburu sobre las pinturas rupestres de Cerro Colorado, pocos casos debe haber en nuestro país de un intelectual con tanta capacidad y actividad interdisciplinaria. Al mismo tiempo con tan poco interés en dedicar su vida prioritariamente a cualquiera de esas disciplinas, pese a haber sido hasta el fin un ávido y obsesivo lector de todas ellas, en castellano, inglés, francés, alemán, italiano, portugués, latín y griego". Todos los trabajos periodísticos y ensayos llevan la firma de los dos socios, desde prólogos a escritos de John William Cooke, hasta Facundo y la Montonera o La Baring Brothers y la historia política argentina donde denunciaban a Bernardino Rivadavia, el primer presidente, icono de la historiografía liberal. Duhalde lo ha definido como "peronista visceral y gramsciano convencido" en una mezcla que bajo la apariencia de complejidad esconde la verdadera sencillez frente a la dificultad que tienen los dogmas para adaptarse a una realidad concreta. Es probable que esa decisión de poner la inteligencia al servicio de un proceso de transformación de la realidad, y no al revés, donde los dogmas se esfuerzan por adaptar la realidad a sus vericuetos y terminan siendo puros pero inofensivos, haya sido uno de sus aportes más importantes y el que lo trasciende con más fuerza. En una situación como la actual de profundos cambios en el mundo y en el país, que ponen a prueba los esquemas tradicionales, esa actitud de Ortega Peña aparece como exigencia y como ejemplo vigente. Con la llegada de la dictadura tras el golpe de 1966, Ortega Peña se convirtió en un activo defensor de presos políticos, colaboró en la organización de las comisiones de familiares de presos y denunció las violaciones a los derechos humanos poniendo en riesgo su propia vida. Desde el punto de vista profesional ensayó todos los caminos de una práctica social de la abogacía. Abrió punta en temas que comenzaban a tomar relevancia como la defensa de los derechos humanos y entendió con gran agudeza la proyección política del escenario jurídico. Y al mismo tiempo intervenía en la polémica y la discusión política a través de sus escritos periodísticos y finalmente en las páginas de la revista Militancia que dirigía. Al asumir como diputado nacional juró con la consigna de las organizaciones revolucionarias: "La sangre derramada jamás será negociada" y se separó del bloque justicialista para conformar un bloque unipersonal. Tras la muerte de Perón y el recrudecimiento de las amenazas, un grupo de amigos le planteó la posibilidad de que renunciara y viajara al exterior. Ortega Peña se negó y rechazó también que le pusieran custodia. El 31 de julio, cuando descendía de un taxi, tras almorzar con su mujer, Helena Villagra, tres hombres que lo seguían en un Fairlane verde lo acribillaron a balazos. Fue velado en la Federación Gráfica Bonaerense y miles de personas acompañaron el féretro hasta la Chacarita, donde fueron reprimidos por la policía. El crimen había sido certero, la democracia se achicaba, el Parlamento no tenía espacio para la voz de Ortega Peña.
Fuente: www.magicasruinas.com.ar

COMPAÑERA BLANCA CABO ¡HASTA LA VICTORIA, SIEMPRE!


El 30 de julio de 2009, a los 93 años, falleció Blanca Cabo, una querida y reconocida dirigente peronista, que dedicó su vida a la militancia y a la lucha por una patria libre y soberana.
Blanca Cabo fue la esposa del dirigente Armando Cabo y su hijo, Dardo Cabo, todavía es recordado por haber encabezado, junto a otros jóvenes militantes, el operativo Cóndor que se realizó en 1966 para reivindicar la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas.
Leal y comprometida, Blanca Cabo conoció a Perón antes que exista el peronismo.
Una vez le dijo: "-¿Sabe que habla muy bien coronel? Si usted obra como habla, un día en vez de rosista voy a ser peronista."
Y fue peronista por el resto de su vida.
Como ella misma expresó: "-Yo quiero que mi Patria, la República Argentina , sea libre y soberana, y si vos tenés una idea que suma a ese poquito que yo tengo, vos para mí sos Dios ¿Te das cuenta? Ese es el amor que yo tengo por mi país."

domingo, 26 de julio de 2009

26 de Julio: "¡SE SIENTE, EVITA ESTÁ PRESENTE!


CUANDO MURIÓ EVITA Héctor Negro
Recordando la muerte de Eva Perón
Yo sabía que en muchos lugares
que no eran los de mi alrededor,
la discutían.
Y sabía que tenía un rostro de muchacha
y una forma de hablarnos que nos hacía quererla.
También sabía que (por lo menos)
se había acordado de nosotros
y que eso
fue lo que algunos no le perdonaron.
Lo demás no lo sabía
y quizás todavía no lo sepa del todo.
Pero los míos la lloraron como nunca vi que lloraran a nadie.
"...Entonces yo tenía dieciocho
primaveras..."
(Para decirlo en el idioma que nos pertenecía)
Y tenía muy cerca una infancia,
donde las cosas que me dieron
y las que no tuve,
me crearon alegrías y resentimientos
que después formaron parte de mi mismo.
Entonces murió ella...
Precedida por la desesperanza de no poder hacer nada
de aquellos que creían deberle su propia esperanza.
Alguien puso su retrato sobre el tronco de un árbol de la calle,
con un moño enlutado.
Otro puso una flor.
Y nosotros el resto:
una cinta argentina, unas velas, más flores
y una presencia permanente
para que nadie estuviera allí
más que nosotros,
los que éramos capaces de sentir esa ausencia,
ese desgarramiento,
sin vergüenza
y sin precio.
No sé si fue porque una bruma funeral invadió Buenos Aires.
Si fue por los tantos responsos repetidos desde todos los sitios.
Si porque al final la queríamos en serio.
O porque preferimos que los nuestros le rezaran y la lloraran
lejos de las grandes ceremonias.
No sé si fue contagio, berretín o liturgia,
o una psicosis sorda.
Pero nadie nos dijo que lo hiciéramos.
Y cuando las flores se marchitaron
sentimos que una época, que un tiempo,
comenzaba a irse.
Y empezamos a preguntarnos cosas.
A entrar en la aventura de ser hombres,
de hacer conciencia aquello.
"...Entonces yo tenía dieciochos
primaveras..."
un árbol en la puerta de mi casa (que no era mía),
una inconciencia que me costó vencer
y un retrato de Evita
que mi vieja jamás dejó sin flores.



martes, 21 de julio de 2009

MENSAJE DEL AYER PARA LA ACTUALIDAD


Un compañero bloguero nos trajo a la memoria un discurso del General, el último, que tiene mucha vigencia para analizar la actualidad:
Juan Domingo Perón
12 de Junio de 1974

"Como ha sido mi costumbre, hoy deseo hablar al pueblo argentino sin eufemismos y sin reservas mentales. La información, como mí sentido de la realidad, me dicen que en el país está sucediendo algo anormal a lo que debe ser la marcha pacífica y serena de la tranquilidad.Parte de esta intranquilidad obedece a causas reales; parte de ellas, se ocasionan en la provocación deliberada.
Existen, sin duda, factores negativos que provocan consecuencias a cuyas causas hay que ponerle remedio; pero ocurren también hechos que sólo obedecen a causas provocadas e invocadas al servicio de una campaña sicológica, con fines inconfesables, desarrollada ante la indiferencia de unos y la desaprensión de otros, pero que provocan un estado de cosas que si bien tienen un objetivo bastardo, no por eso dejan de perjudicar la confianza popular y la firme decisión que el país debe tener en la reconstrucción y liberación en que estamos empeñados. Así podríamos estar acercándonos a una lucha cruenta que algunos insensatos intentan provocar, en tanto el gobierno se esfuerza por evitarla.
HORAS DECISIVASPersonalmente, he presenciado de cerca esa lucha y conozco sus efectos y sus consecuencias. Todos hablan de que fuerzas foráneas e interiores trabajan por crear trabas a la decisión tomada, pero pocos se ponen al servicio en defensa de esa buena causa, y en ello 'no hablo de los opositores sino muy especialmente de los propios partidarios, que poco hacen de efectivo para asegurar la pacificación y realización de lo que debe ser el empeño de los verdaderos argentinos, en las horas decisivas que nos tocan vivir.
Algunos, por mala intención, sirven a la perturbación; otros, lo hacen como idiotas útiles, pero muchos son los que a sabiendas, o sin darse cuenta, sirven a intereses que no son los del país.Cuando el 21 de junio del año pasado dije que volvía para servir lealmente a la Patria, tal como lo hiciera toda mí vida, sabía claramente que enfrentábamos un proceso difícil y peligroso, pero también era consciente, entonces, como lo soy ahora, de que no podía rehuir mi responsabilidad frente al pueblo, que es la única fuerza en la que siempre he confiado para orientar y conducir los destinos del país.Yo nunca engañó a ese pueblo, por quien siento un entrañable cariño. Ese es el sentimiento y la relación que me han dado fuerzas para seguir adelante, en medio de las diarias acechanzas y conjuras ridículas, tanto de quienes sueñan con un pasado imposible como de los que desean apurar las cosas. Yo vine al país para unir y no para fomentar la desunión entre los argentinos. Yo vine al país para lanzar un proceso de liberación nacional y no para consolidar la dependencia. Yo vine al país para brindarle seguridad a nuestros conciudadanos y lanzar una revolución en paz y armonía y no para permitir que vivan temerosos quienes están empeñados en la gran tarea de edificar el destino común. Yo vine para ayudar a reconstruir al hombre argentino, destruido por largos años de sometimiento político, económico y social.
Pero hay pequeñas sectas, perfectamente identificadas, con las que hasta el momento fuimos tolerantes, que se empeñan en obstruir nuestro proceso; son los que están saboteando nuestra independencia y nuestra independiente política exterior; son quienes intentan socavar las bases de¡ acuerdo social, forjado para lanzar la Reconstrucción Nacional. Son esos mismos que quieren que volvamos a apagar los motores. Son también los que, malintencionadamente, interpretaron mis mensajes o simularon hacerlo para interferir luego la unidad para la reconstrucción con una supuesta y complacencia para con los enemigos de este proceso.
La unidad que propusimos tenía fines muy distintos a los que suponen esas mezquindades. Fue para concretar la liberación nacional y no para darles coraje a los enemigos de nuestra patria.Esa unidad era y es para que el pueblo pueda hacer su voluntad sin obstáculos, y no para que permanentemente deban sortearse las jugarretas de quienes procuran impedir la concreción de los deseos de las grandes mayorías nacionales.
Por ello, creo que ha llegado la hora de reflexionar acerca de lo que está pasando en el país y depurar de malezas este proceso porque, de lo contrario, pueden esperarse horas muy aciagas para el porvenir de la República.
EL PACTO SOCIALComo ustedes saben, nosotros propiciamos que el acuerdo entre trabajadores, los empresarios y el Estado, sirva de base para la política económica y social de nuestro Gobierno. Lo hicimos con la convicción de que es el mejor camino para lograr, con el aporte de todos, sacar adelante el país.Todos los que firmaron en dos oportunidades ese acuerdo, sabían también que iban a ceder una parte de sus pretensiones, como contribución al proceso de la liberación nacional. Sin embargo, a pocos meses de asumir ese compromiso clave para el país, pareciera que algunos firmantes de la Gran Paritaria están empeñados en no cumplir con el acuerdo, y desean arrastrar al conjunto a que haga lo mismo.Yo califico a quienes están en esa posición, como minorías irresponsables y los acuso de sabotear la Reconstrucción Nacional. No escapa a mi Percepción la existencia de irregularidades, a las que procuraremos ponerle remedio cuanto antes.Frente a esos irresponsables, sean empresarios o sindicalistas, creo que es mi deber pedirle al pueblo no sólo que los identifique claramente, sino también que los castigue como merecen todos los enemigos de la liberación nacional.
DENUNCIAS ANTE LA SECRETARIA DE GOBIERNOPor nuestra parte, quiero que se tenga la más plena certeza de que los funcionarios oficiales que hayan violado el acuerdo, tendrán su sanción. A este respecto, pido a todos los ciudadanos que denuncien ante la Secretaria de Gobierno de la Casa Rosada, toda irregularidad que conozcan en los órganos gubernamentales.
Tampoco es nuestro deseo que los vivos de siempre saquen tajada del sacrificio de los demás. Los que hayan violado las normas salariales y de precios, como los que exijan más de lo que el proceso permite, tendrán que hacerse cargo de sus actos.
A mi juicio, quienes inducen al desorden, están promoviendo la contrarrevolución, y estoy convencido de que el pueblo habrá de combatirlos, como siempre hace con sus enemigos. Sé positivamente que existen algunos problemas reales. ¿Cómo evitarlos, cuando estamos cambiando drásticamente las estructuras de la dependencia, montadas por los empleados de los poderes coloniales? Pero estoy convencido de que esos problemas tienen poco que ver con los que inventan los saboteadores del proceso.
Los que hace muchos años que estamos en esta labor, sabemos claramente que un 80 ó 90 por ciento de las cosas que se andan diciendo por ahí, son inventadas por los profesionales de la acción sicológica.Algunos diarios oligarcas están insistiendo, por ejemplo, con el problema de la escasez y el mercado negro. Siempre que la economía está creciendo y se mejoran los ingresos del pueblo - como sucede desde que nos hicimos cargo de¡ poder- hay escasez de productos y aparece el mercado negro. Lo que subsistirá hasta que la producción se ponga a tono con el aumento de la demanda.
ESPECULADORES Por otra parte, el gobierno ha fijado los precios, pero cuando se cobra más de los precios fijados, el que compra debe ser el encargado de hacerlos cumplir, ya que el gobierno no puede estar cuidando el bolsillo de los zonzos, que hacen el juego a los especuladores.
No hay que olvidar que los enemigos están preocupados por nuestras conquistas, no por nuestros problemas. Ellos se dan cuenta de que hemos nacionalizado los resortes básicos de la economía y que seguiremos en esa tarea sin fobia, pero hasta no dejar ningún engranaje decisivo en manos extranjeras.En un año de gobierno, ellos advierten que el pueblo sabe, sin acudir a las recetas de miseria y dependencia, que mejoramos el salario real de los trabajadores, bajamos drásticamente la desocupación y aumentamos las reservas del país.
EL UNICO SUCESOR DE PERONEsas sectas minoritarias han llegado a la histeria, y quieren que nos contagiemos para impedir que este proceso de cambio siga avanzando. Si esto sucede en lo económico, no deja de complementarse en lo político-social; no sería mucho avanzar en la autocrítica si dijéramos que, en muchas partes, los hombres de nuestro propio movimiento, en la función gubernamental, tienen la grave falla de sus enfrentamientos, ocasionados unas veces por bastardos intereses personales y otras por sectarismos incomprensibles. A todo ello se suma la fiebre de la sucesión, de los que no comprenden que el único sucesor de Perón será el pueblo argentino que, en último análisis, será quien deba decidir.
LA TELEVISIONSe ha lanzado a la calle el asunto de la televisión, cuando ya funcionaba una comisión de estudio en la que debía participar el Estado, sus legisladores, los sindicatos de esta especialidad y otros órganos interesados en la mejor solución.Sus concesiones han vencido hace dos meses, como también ha vencido el plazo acordado a esa Comisión.
Sin embargo, el Poder Ejecutivo, que es quien debe decidir, ha mantenido una conducta prudente que, lejos de despertar intranquilidad, ha servido para que los órganos publicitarios, al servicio de otros intereses, que no son los de¡ país, lanzaran las más incomprensibles versiones.
LA UNIVERSIDADLa Universidad es foco de semejantes insensateces. Querían su ley, la tienen Y está en plena organización normalizadora. ¿A qué seguir agitando un asunto terminado en lo sustancial? ¿Cómo se explica que ello suceda, solamente con fines extra universitarios? Esperamos los concursos para el profesorado. Será preciso asegurar que el resultado de ellos sea respetado y defendido por todos, como una garantía para que la Universidad, que valdrá tanto como sea el valor de su profesorado, pueda organizarse.
EL MODELO NACIONALYo, personalmente, he preparado un estudio sobre el Modelo Nacional, de acuerdo con nuestra doctrina. Ya se comienza a hablar de corporativismo, asunto en el que ni siquiera hemos pensado, aunque creemos justo que la representatividad sea un asunto fehaciente y real para todos los sectores de una comunidad organizada.
Podría seguir mencionando numerosas cuestiones que se agitan arbitrariamente con fines de perturbación político-social, pero sé que el pueblo argentino es lo suficientemente perspicaz como para saber desentrañar la verdad.
Cuando acepté gobernar, lo hice pensando en que podría ser útil al país, aunque ello me implicaba un gran sacrificio personal. Pero si llego a percibir el menor indicio que haga inútil ese sacrificio, no titubearé un instante en dejar este lugar a quienes lo puedan llenar con mejores probabilidades. Con esto hago un llamado a todos los que anhelan la paz y la tranquilidad, como a los que comprometieron su responsabilidad al elegirme para presidir el Gobierno. Nadie podría entonces llamarse a engaño sobre lo que yo quería, porque en numerosas oportunidades vine anunciando mis intenciones y deseos en actos públicos en la patria, como en comunicaciones desde el exilio, que también tuvieron estado público. Si me eligieron, imagino que las apoyaban y coparticipaban, como consecuencia, en la responsabilidad de realizarlo. Sin el apoyo masivo de los que me eligieron y la complacencia de los que no lo hicieron, pero luego evidenciaron una gran comprensión y sentido de responsabilidad, no sólo no, deseo seguir gobernando, sino que soy partidario que lo hagan los que puedan hacerlo mejor.Una campaña sicológica de los elementos negativos de la nacionalidad, aliados a la acción foránea empeñada en anular el despegue argentino, no puede tener éxito si los bien intencionados no defeccionan y apoyan efectiva y dinámicamente al gobierno en sus realizaciones.
APOYO Este apoyo no debe ser pretoriano, sino inteligente y franco, apoyando lo bueno y señalando lo malo, ante quienes lo puedan remediar, pero no sumando la murmuración propia o la perturbación a los que la desarrollan en grupos que bien sabemos en lo que están.
Ya pasaron los días de exclamar "la vida por Perón", vivimos momentos en que es indispensable demostrar en hechos sinceros y fehacientes, que estamos dispuestos a servir al objetivo común de todos los argentinos, realizado en paz con un trabajo honrado y permanente, a la vez que neutralizando la acción de los enemigos de la patria, de afuera o de adentro, empeñados en impedir su reconstrucción y su liberación
SABOTAJE DE PIGMEOSDuele en el alma y en el corazón argentinos, tener que contemplar un sabotaje de pigmeos que no han llegado a comprender que los innegables éxitos de nuestra política internacional, que nos está llenando de ventajas y de prestigio en el mundo exterior, es parte de un patrimonio nacional que sólo un traidor a la patria puede combatir, cualesquiera sean las causas que lo impulsan.Cuanto estamos haciendo por los intereses, el honor y el prestigio de la República ante todos los países del mundo, depende, en gran parte, del masivo apoyo de nuestro pueblo. Defeccionar en estos momentos, significaría renunciar a todo lo conquistado, para volver a ser una republiqueta sin dignidad y sin grandeza.
Por eso, cada uno que comparta las inquietudes y fines que perseguimos, no puede ser un testigo mudo de los acontecimientos, sino un protagonista activo y diligente en la defensa de los intereses comunes de los argentinos. Sólo los pueblos calificados con un alto índice de cultura política, pueden llegar a ser artífices de su propio destino.
Muchas gracias.
Compañeros. Retempla mi, espíritu estar en presencia de este pueblo que toma en sus manos la responsabilidad de defender la patria. Creo, también, que ha llegado la hora de que pongamos las cosas en claro.Estamos luchando por superar lo que nos han dejado en la República y, en esta lucha, no debe faltar un solo argentino que tenga el corazón bien templado.
Sabemos que tenemos enemigos que han comenzado a mostrar sus uñas. Pero, también sabemos que tenemos a nuestro lado al pueblo, y cuando éste se decide a la lucha, suele ser invencible.Hoy es visible, en esta circunstancia de lucha, que tenemos a nuestro lado al pueblo, y nosotros no defendemos ni defenderemos jamás, otra causa que no sea la causa del pueblo.
Yo sé que hay muchos que quieren desviarnos en una o en otra dirección, pero nosotros conocemos perfectamente bien nuestros objetivos y marcharemos directamente a ellos, sin influenciarnos ni por los que tiran desde la derecha ni por los que tiran desde la izquierda.El Gobierno del Pueblo es manso y es tolerante, pero nuestros enemigos deben saber, que tampoco somos tontos.
Mientras nosotros no descansamos para cumplir la misión que tenemos y responder a esa responsabilidad que el pueblo ha puesto sobre nuestros hombros, hay muchos que pretenden manejarnos con el engaño y con la violencia; nosotros, frente al engaño y frente a la violencia, impondremos la verdad, que vale mucho más que eso. No queremos que nadie nos tema; queremos, en cambio, que nos comprendan. Cuando el pueblo tiene la persuasión de su destino, no hay nada que temer. Ni la verdad, ni el engaño, ni la violencia, ni ninguna otra circunstancia, podrá influenciar a este pueblo en un sentido negativo, como tampoco podrá influenciarnos a nosotros para que cambiemos una dirección que, sabemos, es la dirección de la Patria.
Sabemos que en esta acción tendremos que enfrentar a los malintencionados y a los aprovechados. Ni los que pretenden desviarnos, ni los especuladores, ni los aprovechados de todo orden, podrán, en estas circunstancias, medrar con la desgracia del pueblo.Sabemos que en la marcha que hemos emprendido tropezaremos con muchos bandidos que nos querrán detener, pero con el concurso organizado de¡ pueblo nadie puede detener a nadie.Por eso deseo aprovechar esta oportunidad para pedirle a cada uno de ustedes que se transforme en un vigilante observador de todos estos hechos que quieran provocarse y actúe de acuerdo con las circunstancias.
Cada uno de nosotros debe ser un realizador, pero ha de ser también un predicador y un agente de vigilancia y control para poder realizar la tarea, y neutralizar lo negativo que tienen los sectores que todavía no han comprendido y que tendrán que comprender.Compañeros: esta concentración popular me da el respaldo y la contestación a cuanto dije esta mañana.Por eso deseo agradecerles la molestia que se han tomado de llegar hasta esta Plaza.Llevaré grabado en mi retina este maravilloso espectáculo, en que el pueblo trabajador de la ciudad y de la provincia de Buenos Aires, me trae el mensaje que yo necesito.
Compañeros: con este agradecimiento quiero hacer llegar a todo el pueblo de la República nuestro deseo de seguir trabajando para reconstruir nuestro país y para liberarlo. Esas consignas, que más que mías son del pueblo argentino, las defenderemos hasta el último aliento.Para finalizar, deseo que Dios derrame sobre ustedes todas las venturas y la felicidad que merecen. Les agradezco profundamente el que se hayan llegado hasta esta histórica Plaza de Mayo. Yo llevo en mis oídos la más maravillosa música que, para mí, es la palabra del pueblo argentino."

lunes, 20 de julio de 2009

A LOS AMIGOS Y COMPAÑEROS



A MIS AMIGOS

"A mis amigos les adeudo la ternura
y las palabras de aliento y el abrazo;
el compartir con todos ellos la factura
que nos presenta la vida, paso a paso.
A mis amigos les adeudo la paciencia
de tolerarme las espinas más agudas;
los arrebatos de humor, la negligencia,
las vanidades, los temores y las dudas.
Un barco frágil de papel,
parece a veces la amistad
pero jamás puede con él
la más violenta tempestad
porque ese barco de papel,
tiene aferrado a su timón
por capitán y timonel:
un corazón.
A mis amigos les adeudo algún enfado
que perturbara sin querer nuestra armonía;
sabemos todos que no puede ser pecado
el discutir, alguna vez, por tonterías.
A mis amigos legaré cuando me muera
mi devoción en un acorde de guitarra
y entre los versos olvidados de un poema,
mi pobre alma incorregible de cigarra.
Un barco frágil de papel,
parece a veces la amistad
pero jamás puede con él
la más violenta tempestad
porque ese barco de papel,
tiene aferrado a su timón
por capitán y timonel:
un corazón.
Amigo mío si esta copla como el viento,
adonde quieras escucharla te reclama,
serás plural, porque lo exige el sentimiento
cuando se lleva a los amigos en el alma."
Letra: Alberto Cortez
Música: Alberto Cortez

domingo, 19 de julio de 2009

DISCÉPOLO LE HABLA A LA CLASE MEDIA


Enrique Santos Discépolo en el ciclo “Mordisquito, ¡a mi no me la vas a contar!”, de 1951. Discépolo, a través de la radio, polemiza con la clase media antiperonista. Por su vigencia lo transcribimos:

“Pasaste de náufrago a financista sin bajarte del bote. Vos, sí, vos, que ya estabas acostumbrado a saber que tu patria era la factoría de alguien y te encontraste con que te hacían el regalo de una patria nueva, y entonces, en vez de dar las gracias por el sobretodo de vicuña, dijiste que había una pelusa en la manga y que vos no lo querías derecho sino cruzado. ¡Pero con el sobretodo te quedaste! Entonces, ¿qué me vas a contar a mí? ¿A quién le llevás la contra? Antes no te importaba nada y ahora te importa todo. Y protestás. ¿Y por qué protestás? ¡Ah, no hay té de Ceilán! Eso es tremendo. Mirá qué problema. Leche hay, leche sobra; tus hijos, que alguna vez miraban la nata por turno, ahora pueden irse a la escuela con la vaca puesta. ¡Pero no hay té de Ceilán! Y, según vos, no se puede vivir sin té de Ceilán. Te pasaste la vida tomando mate cocido, pero ahora me planteás un problema de Estado porque no hay té de Ceilán. Claro, ahora la flota es tuya, ahora los teléfonos son tuyos, ahora los ferrocarriles son tuyos, ahora el gas es tuyo, pero..., ¡no hay té de Ceilán!”

lunes, 13 de julio de 2009

Los modelos en pugna
Por Gustavo Oliva *
Frente a una complejidad de conveniencias políticas e intereses económicos y sectoriales que redoblan su apuesta a partir del resultado electoral del 28 de junio, no cabe hacer sólo un análisis numérico de lo expresado en las urnas: es importante indagar la identidad y la ubicación de los distintos actores que protagonizan esta realidad histórica, y por cuáles motivos no acompañaron con su voto al modelo político actual.
En una primera aproximación sostenemos que seis años de gestión, en cualquier gobierno del mundo y en todas las épocas, produce un natural y lógico desgaste, donde no todas las acciones son posibles de cumplimentarse. Esto conduce a un importante grado de insatisfacción social, producto de múltiples cuestiones, muchas de ellas reales, pero otras tantas propias de nuestra cultura, de nuestra idiosincrasia, de nuestro ser argentino. La satisfacción total para todos es imposible.
Ahora bien, esto plantea un diagnóstico inicial, donde hay un porcentaje de ciudadanos que se quedan en esta discusión y ya no acuerdan ni acompañan. Pero hay otros –y son muchos– que hacen sentir su disconformidad por el rumbo del modelo.
Modelo que por primera vez, después de tantos años reconoce, valora y acompaña la lucha de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y trabaja para que la memoria de nuestros 30 mil compañeros desaparecidos no deje huecos para la impunidad. Esto que para muchos fue un logro, un impartir justicia, un abrir los ojos a la historia dolorosa y reciente, significó para otros levantar un muro para protegerse, como mecanismo de defensa anticipatorio de lo que está por venir: poner blanco sobre negro a la pobreza y la distribución de la riqueza.
Este fue el punto de partida para que un sector ya no mire ni escuche, pero sí critique a un gobierno que trabaja para la inclusión social, que posibilita una Corte Suprema de Justicia jerarquizada, construye puentes para la integración latinoamericana, negocia con dignidad la deuda externa y consigue una reducción histórica, termina con el ahogo del FMI, alcanza niveles de inversión en educación nunca vistos, jerarquiza la ciencia y la tecnología y genera las condiciones para que los científicos vuelvan al país y trabajen por su desarrollo.
Pero hay más: para algunos, o muchos, quizá no sea importante discutir la situación de los medios de comunicación en la Argentina, o bien es tan importante que boicotean la propuesta y usan esos mismos medios para hacer oposición, levantando a la vez las banderas de la “escasa libertad de prensa”. ¿Cómo nos irá con está discusión cuando llegue al Congreso?
Para otros, el proceso de los últimos seis años estuvo signado por medidas populistas, como si el populismo fuera una mala palabra. Instalaron el enojo y la discordia. ¿Será acaso poca cosa que el espacio Carta Abierta e intelectuales de reconocida trayectoria como Norberto Galasso, José Pablo Feinmann, Osvaldo Bayer, David Blaustein, Horacio González, Ricardo Forster, Horacio Verbitsky y tantos otros, acompañen este modelo y busquen profundizarlo?
Múltiples los análisis, las realidades. Múltiples los puntos de tensión con un modelo que el 28 de junio se puso en juego. Hoy no alcanza con marcar traidores, que sí los hubo. No alcanza con lamentos de lo que podría haber sido. No alcanza con despotricar contra sectores de la clase media que, una vez que pudieron “acomodarse”, no recuerdan su situación anterior y actúan por salvarse ellos y los suyos, sin siquiera pensar en quienes están un escalón más abajo, lugar que abandonaron hace poco.
A este escenario se suma la reaparición de personajes nefastos que decían haber abandonado la política. Esos viejos caudillos que nunca mueren.
Pero hay un proyecto que sigue y tiene sus conductores: la Presidenta en nuestro país y Néstor Kirchner en el movimiento nacional. Tal como escribiera Perón: “El caudillo improvisa, mientras que el conductor planea y ejecuta; el caudillo anda entre las cosas creadas por otros, el conductor crea nuevas cosas (...) El caudillismo es un oficio y la conducción es un arte”. La conducción existe, está, la reconocemos como tal y la acompañamos. No vamos a ser complacientes ni seguidores de “caudillos” reaparecidos.
La derecha no duerme; y a la hora de ajustar intereses son “eficientes”. Antes con los militares. Ahora, piquetes de la abundancia y campañas electorales sin pudor desde sus propios medios de comunicación, más el alquiler de periodistas “independientes”. La derecha sabe lo que quiere y actúa en consecuencia.
Por otro lado, sectores del progresismo que se ubican como revolucionarios de lo imposible; otros como bambis en la selva, los impolutos de siempre, con sus mochilas llenas de fracasos, más para el diván que para la construcción política.
Mientras tanto los sectores del espacio nacional y popular construyen con esfuerzo y sacrificio la posibilidad de tener un país con justicia social. Sumar formas alternativas de construcción es el desafío de la conducción, y nuestro compromiso es el de acompañarlo. En el boca a boca, en los barrios, en los sindicatos, en las escuelas, en las organizaciones de derechos humanos, en el trabajo, en todos los espacios, a toda hora.
La entrega y el compromiso de la conducción no solamente nos invitan a seguir soñando, sino que día a día nos compromete a ser comunicadores del proyecto político. Como educadores, nos obliga a profundizar la formación de nuestro pueblo para que ejerza sus derechos y obligaciones críticamente, reconociendo, como dijera Paulo Freire, a la educación como sustantivamente política y adjetivamente pedagógica.
Aún tenemos la posibilidad de hacerlo.
* Rector del Colegio Nacional de la Universidad Nacional de La Plata.
(EXTRAÍDO DE PÁGINA 12, LUNES 13 DE JULIO DE 2009)

jueves, 9 de julio de 2009

DISCURSO SOBRE LA PATRIA

I
PATRIA, dulce promesa de vísperas y ayeres:¿por qué vienes a mí como una extraña culpa?
Yo sé que otros ornaron tu frente con laureles y músicas triunfales;
yo sé que otros bruñeron en tu honor sus espadas en días más gloriosos;
yo sé que otros te amaron más allá de sus muertos,sus miedos y sus penas;
yo sé que otros te oblaron sus vidas en las islas que nos robó el inglés,
pero ¿qué pude yo reclamar en tu gloria? tan sólo ensoñaciones que se ha llevado el viento,vítores repetidos y cánticos patrióticos.
Nada, si bien se mira, para lo que me diste:la callada conciencia de saberme una parte de tu forma entrañable;y sentirme marcado, como a fuego, por todos los lujos de tu historia;y la risa y el llanto, según las estaciones de tu cambiante rotación.
¿Cómo podré decirte que sos lo que más quiero?
II
¿Desde qué lejanías vuelves hoy y reclamas una deuda de amor,las últimas monedas que atesora mi vida?
De niño yo te vi tremolar en el Sur,y fuiste a la inocente castidad de mis ojos un mandato excitante de batallas y gloria.
Después te vi cruzar,sola, las intemperies de la pampa remota,y eras como mi madre arrodillada entre un campo de miesesy un potrero de escarcha.
Y más tarde sufrí tu amargura de euménide en el altar de nuestros muertos. (Eras, PATRIA, una estatua de llantos sin palabras y yo te amé en la augusta soledad de tu pena más allá de la bronca,la pasión y la furia.)
¿Cómo podré decirte que sos lo que más quiero?
III
¿Debo gritar, ahora que tu ensueño es le mío y que es mía, también,tu pobreza de rica que se ha venido a menos?
A veces me pregunto:
¿alguien puede mover hacia atrás el destino y detener las aspas de molino del tiempo y represar los días,esa navegación fatal de nuestra sangre?
¿Alguien puede tallar el mazo de la vida y embretar el azar,premioso de ganancias,sin columbrar que somos cartones de otro juego y el tallador es Dios?
Y, de nuevo, pregunto:¿alguien, tal vez Mandinga, puede torcer designios y patear el tablero con lo que estaba escrito en los libros secretos de la Divina Providencia?
¡Yo te incito a romper las cadenas ocultas y a exorcizar el maleficio y a soltar las maneas, para que sean eternos los laureles de gloria que otros hombres mejores nos legaron un día!
¿Por qué no, PATRIA hermosa, si eres una promesa que despunta del miedo;y un suelo labrantío para plantar laureles
(¡y es buena la estación!);
y, tal vez, un pegaso de remos anhelantes en galope hacia el cielo?
¿Cómo podré decirte que sos lo que más quiero?
IV
¡No ha de ser tu destino sino la suma y resta de cada uno de nosotros;no ha de ser tu destino la invitación a una kermese con premios y algaraza!
Ha de ser la obstinada construcción de la espiga que sabe, grano a grano,prefigurarse en pan;
o esa lluvia que cae sobre las melgas olorosas y sabe, gota a gota,sustentar la cosecha;
o el pueblo, que desborda como un río la historia,y sabe en cada uva dar su peso al racimo.
¿Cómo podré decirte que sos lo que más quiero?
V
Yo sé que mi discurso tiene el ala del ángel y el grito del chajá:con el ala rebate las aldabas del cielo;con el grito taladra los tímpanos de plomo de la desesperanza.
¡Ha llegado tu hora PATRIA, dulce promesa!
¡Ya en el aire se huele como un advenimiento y la noche apesebra la navidad del día; es que viene creciendo un río por debajo de tu forma doliente y su luz ya desborda las esclusas del tiempo!
(PATRIA: siempre te supeinextinguible y cierta como la luz del sol y, acaso; impredeciblec omo la exaltación de las tormentas.)
¿Cómo podré decirte que sos lo que más quiero?

José María Castiñeira de Dios